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DeSci, un paso más hacia la descentralización de la ciencia

Publicado el 16 junio, 2022

Cuando publicamos La razón por la que los medicamentos van a ser libres y ¿Tiene futuro la ciencia abierta? aún no habíamos oido hablar del concepto de DeSci, pero ahora cobra todo el sentido mucho de lo que habíamos pensado anteriormente y una parte importante de la evolución que hemos ido viviendo en los últimos años en el sector científico.

El concepto DeSci hace referencia a la descentralización de la ciencia y se apoya en las ideas de lo que ahora conocemos como Web3, que a su vez se sustenta en tecnologías como la blockchain, los tokens criptográficos y los smart contracts. Siendo su objetivo inicial eliminar los intermediarios de una de las actividades en el ámbito de la ciencia que más problemas ha estado teniendo y menos valor ha estado aportando en los últimos años, las publicaciones científicas.

El problema de la excesiva dependencia de las publicaciones científicas

Las publicaciones científicas, tipo Science, Nature, Phys, Lancet, …, han llegado a tener un poder e influencia tan grande en el ámbito de la ciencia como muchos periódicos tuvieron en su momento en el ámbito social y político, con los problemas de ineficiencia y corrupción que eso conlleva. Y si la aparición de Internet ha reducido considerablemente el poder de los medios de comunicación masiva en los últimos años, lo lógico es pensar que acabará ocurriendo igual con las publicaciones científicas.

Lo malo es, que igual que se puede decir que no existe el político que no sale en los periódicos, tampoco existe el científico al que no le publican las revistas de referencia de su actividad investigadora y por lo tanto se genera una relación de dependencia tan grande que se va a tardar tiempo en solucionar. Pero si en el caso de la prensa ya hemos visto que es posible, porque ya existen personas que tienen más audiencia en su blog o canal de streaming, que la audiencia de muchos de los medios de comunicación, lo mismo podría ocurrir con los científicos que decidan publicar por su cuenta y dejar de depender de las revistas científicas tradicionales.

Al fin y al cabo la ciencia estuvo funcionando durante mucho tiempo sin necesidad de estas revistas, e incluso sin la dependencia de la financiación pública, que es otro de los problemas que vamos a comentar a continuación, porque en las épocas de Newton, Darwin o Fleming, la ciencia también avanzaba gracias a algo tan sencillo como la correspondencia postal y los congresos científicos, algo que perfectamente se puede replicar en la actualidad, potenciándolo enormemente gracias a las tecnologías digitales y prescindiendo de los intermediarios que han dejado de aportar valor con su actividad.

Por ejemplo pensemos en cómo realizaba la actividad un científico del siglo 19, como Charles Darwin, mandando cartas a sus colegas científicos y realizando sus propias publicaciones en el momento en el que sus teorías habían sido suficientemente contrastadas entre pares. Esto ahora gracias a Internet, los blogs, las redes sociales, los podcasts, … puede lograrse de una forma mucho más rápida y contundente, pero implica que el científico vuelva a hacer esa labor de «escribir cartas a sus colegas» en lugar de pasar el tiempo esperando que la revista de turno decida reconocer los méritos de su investigación.

La descentralización de las publicaciones científicas

Ahora cualquier científico que apueste por divulgar su trabajo a través de Internet puede lograr mucha más audiencia que la que tienen las publicaciones científicas, ¿pero cómo se puede replicar los aspectos relacionados con la reputación que aportan estas revistas? ese mérito también hay que ganárselo, pero a medida que las revistas vayan perdiendo ese posicionamiento y que haya más casos de éxito de científicos que se salen de los cauces habituales, la situación acabará cambiando, primero poco a poco y luego de repente.

La descentralización de las publicaciones científicas ya ha comenzado y la historia se parece mucho a lo que ha ocurrido en ocasiones anteriores con sectores como la política o la música. Si los periódicos no quieren publicar todo lo que he descubierto relacionado con la corrupción política, monto Wikileaks. Si las discográficas tienen un control excesivo del sector musical, monto BitTorrent. Si las revistas científicas se han convertido en lobbies que condicionan enormemente el desarrollo de la ciencia, monto Sci Hub.

Así en 2011 la desarrolladora de software y neurocientífica Alexandra Asánovna Elbakián abrió la caja de pandora de la divulgación de la ciencia y ahora ya sabemos cómo es el camino que debemos recorrer para devolver a los científicos el poder sobre su trabajo, desintermediando a las publicaciones científicas y a ser posible también el sistema de financiación público de la ciencia, que también tiene muchos inconvenientes y en el que también existe muchas ineficiencias y corrupción.

Además Alexandra no está sola, desde entonces se ha generado todo un movimiento para promover la ciencia abierta, como es el caso de OSF, una plataforma abierta y gratuita para apoyar la investigación y facilitar la colaboración entre los científicos, que lleva al mundo científico las ideas del movimiento Open Source surgido en el ámbito del desarrollo de software.

El problema de la excesiva dependencia de la financiación pública

Relacionado con el tema anterior, es importante saber que la financiación de la ciencia depende en parte de que los proyectos de investigación logren determinado número de publicaciones en revistas de su sector, del mismo modo que las carreras de los científicos, por ejemplo en el ámbito de la investigación universitaria también tiene una enorme dependencia de esa actividad editorial.

El problema es pensar que debe ser el Estado el que financie la ciencia, porque esto genera una situación terrible cuando acaban siendo los políticos y no el mercado, quienes deciden qué merece ser investigado y qué proyectos científicos vale la pena apoyar. De esta forma cada año se desperdicia muchísimo dinero en investigaciones que no tienen ningún sentido, por el mero hecho de que alguien ha sabido vendérselo mejor al político que toma las decisiones de los fondos públicos, pero por otro lado mucha investigación que sería muy beneficiosa para la sociedad no es capaz de salir del laboratorio porque no cuenta con los contactos o influencias suficientes.

DeSci es el futuro de la ciencia

Cuando dijimos que Descentralizado es mejor no lo aplicamos a un sector de actividad específico, aunque bien podríamos haber hablado de las finanzas y desde luego, como estamos tratando hoy, de la ciencia. Entonces para hablar de Ciencia Descentralizada primero tenemos que hacer referencia a la tecnología que lo hace posible y luego volver a la parte más filosófica del asunto porque al final es lo que marca la diferencia. En cuanto a tecnología hay que decir que ha sido el desarrollo de blockchain, los tokens y los smart contracts lo que ha hecho posible que ahora estemos hablando de la posibilidad de desintermediar a los intermediarios tradicionales de este sector.

Con la blockchain tenemos la base de datos inmutable sobre la que se puede articular todo un modelo de certificación de la titularidad de las investigaciones, con el reto de lograr que la red sobre la que funcione sea descentralizada, algo que pocas redes de blockchain han logrado aún.

Con los tokens se puede montar toda una economía descentralizada que ayude a financiar los proyectos científicos y que permita que cualquier persona se pueda convertir en financiador, mecenas o inversor de estos proyectos, reduciendo de paso la dependencia que tiene la ciencia de la financiación pública.

Con los smart contracts se pueden articular muchas de las interacciones que se producen en el ecosistema de la ciencia, desde cómo se produce, cómo se divulga, cómo se comercializa y cómo se reparten los beneficios entre todos aquellos que han formado parte del proceso.

Y además de todo esto tenemos las DAO, donde confluyen estas tres tecnologías, de forma que se puedan construir organizaciones, que busquen todo tipo de fines en el desarrollo de la ciencia, desde aquellas que funcionan de manera transversal para potenciar determinado tipo de investigaciones, a las que lo hagan de forma específica para la realización de una investigación concreta.

De esta forma las DAO en el futuro se pueden configurar como una alternativa real al problema actual que tienen los científicos que se encuentran con muchísimas dificultades para emprender, por la complejidad que supone su dependencia de los fondos públicos, por el poco tiempo disponible al tener que dedicarle muchísimo tiempo a investigar, o incluso a realizar labores administrativas y de docencia.

Las DAO podrían ser también la forma en la que mucha gente que no son científicos se vuelvan protagonistas en este sector, del mismo modo que ha ocurrido en el ecosistema crypto, donde mucha gente está aportando valor desde su especialidad (tecnología, contenidos, marketing, legal, gestión, diseño, ventas, …). Imagina poder convertirte en socio de una empresa del mundo científico sea cual sea tu actividad profesional.

Y para saber más sobre DeSci puedes seguir la actividad de DeSciWorld y leer la guía realizada por Sarah Hamburgo.

Un número creciente de científicos y emprendedores están aprovechando las herramientas de la cadena de bloques, incluidos los contratos inteligentes y los tokens, en un intento por mejorar la ciencia moderna. En conjunto, su trabajo se conoce como el movimiento científico descentralizado o DeSci. Todavía en su infancia, DeSci se encuentra en la intersección de dos tendencias más amplias: 1) los esfuerzos dentro de la comunidad científica para cambiar la forma en que se financia la investigación y se comparte el conocimiento, y 2) los esfuerzos dentro del movimiento centrado en las criptomonedas para cambiar la propiedad y el valor de intermediarios de la industria.

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