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Sobre la financiación privada de la ciencia

Recientemente hemos conocido la compra de Slack por parte de Salesforce, con una valoración de 27.700 millones de dólares, una cantidad que para muchos ha resultado desorbitada, pero que seguramente solo el comprador tiene derecho a justificar. En todo caso, como este tema de la valoración de negocios se basa mucho en comparativas, podemos echar la vista atrás para fijarnos en la compra de Whatsapp por parte de Facebook por 21.8000 millones de dólares o irnos al Nasdaq para ver la valoración de una empresa como Zoom cuyos accionistas valoran en 113.819 millones de dólares

La realidad es que en la última década los negocios de software realmente se han comido el mundo y lo que a finales de los años 90 se denominaba como nueva economía, es ahora una economía muy real, una Economía Digital, en la que más allá de lo desorbitado de sus valoraciones existen unas empresas digitales que son usadas por la mayoría de la población mundial y por las empresas, para comunicarse, informarse, entretenerse, comprar, hacer negocios, …

Ahora bien, quizás deberíamos pensar en cómo de sostenible resultan estos modelos de negocio hacia el futuro. No cabe duda de que en una sociedad «hedonista», como en la que vivimos en la mayoría de países occidentales, en general le damos más valor a consumismo, del que Amazon es un gran beneficiario, o al sedentarismo, del que se benefician empresas como Netflix. Lo curioso es que muchos de los creadores de estas plataformas digitales, que se aprovechan del «hedonismo» como principal filosofía de vida de la sociedad moderna, se han pasado al lado contrario, en lo que a filosofía de vida se refiere, poniendo de moda en Silicon Valley el «estoicismo», del cual comienza a haber incluso gurús, como Tim Ferriss y Naval Ravikant, que han sido además Business Angels de algunas de estas empresas digitales de las que estamos hablando.

Pero hoy no vamos a hablar de filosofía sino de ciencia, y esto que acabamos de contar, solo quería servir como introducción para destacar un concepto llamado paradoja de la prevención, que puede explicar la razón por la que los negocios de la economía digital sean más valorados y resulten prioritarios en lo que se refiere a inversión y financiación, frente a otros negocios de la economía del conocimiento, como los que se basan en la ciencia.

La paradoja de la prevención vendría a explicar de esta forma por qué a una persona le «duele» menos pagar 8 euros al mes por el acceso a Netflix, que lo que le «dolería» tener que pagar por cualquier tratamiento, producto o servicio relacionado con la prevención de enfermedades o mejora de su salud. Lo cierto es que muchas veces damos por hecho que determinados beneficios que podemos obtener, por ejemplo en relación con la salud, nos los hemos ganado por el mero hecho de pagar impuestos, pero lo que ocurre en realidad con esta actitud es que la ciencia no recibe los apoyos financieros que se merece porque nosotros no lo valoramos suficientemente.

O dicho de otra forma, si los inversores se fijan más en los negocios de la economía digital es porque los usuarios los valoramos más que los basados en la economía del conocimiento y lo malo de esto es que mucha de la ciencia que podría convertirse en innovación, para mejorar nuestras vidas, no llega a hacerlo por falta de recursos. Al final se trata de una cuestión de actitud, y queda fatal parecer derrotista, pero si hemos llegado a problemas actuales como el del cambio climático, es en parte, por la tendencia que tenemos al mínimo esfuerzo, aunque esto a largo plazo tenga graves consecuencias.

Sin embargo hay mucha gente que no se deja llevar por esta actitud y realmente valora lo que puede reportarnos un beneficio global en el largo plazo, frente a una satisfacción puntual en el corto plazo. Y entre esa gente se encuentran los científicos, que más allá de su vocación, están armados con la suficiente dosis de perseverancia para entender que los frutos de su trabajo pueden tardar muchos años en llegar, pero que cuando lo hacen también pueden estar ayudando a mejorar el mundo.

Algunos inversores también tienen ese forma de ver la vida, pero lo malo es que son los menos. Aunque desde luego no queremos criticar aquí a los que financian todo tipo de proyectos que nos hacen la vida más fácil, agradable, productiva, … debemos pensar también en todos los proyectos científicos que se quedan sin financiar porque requieren de más tiempo y de enfrentar otro tipo de dificultades para salir adelante.

Y entre las excepciones de inversores que sí que están dispuestos a apostar por la ciencia, encontramos por ejemplo a algunos Business Angel como José Luis Vallejo, que tiene entre sus participadas a las empresas de ciencia HealthyTech, NIMGenetics, MedimSight y Enzymlogic, y Pedro Antón, que también es inversor en Enzymlogic, y al que hemos pedido un testimonio al respecto de por qué ha decidido invertir en una empresa del ámbito científico:

Conocimos a las fundadoras en el foro del IESE y al grupo de inversores del que formo parte nos pareció una oportunidad muy atractiva. No habíamos invertido en Biotech, y de hecho no estamos enfocados en ningún sector o modelo de negocio, pero Patricia y Ana nos parecieron unas excelentes científicas, absolutamente comprometidas con el proyecto, con visión de largo plazo y empleo modesto de recursos. Nos encantó el servicio, del que éramos capaces de entender su funcionamiento y su utilidad para las compañías farmacéuticas: seleccionar moléculas en las etapas iniciales del funnel de investigación a bajo coste, y nos decidimos a invertir. En dos años han más que quintuplicado los ingresos y clientes, y su producto es muy citado en el sector.

El ejemplo de Pedro Antón es bastante representativo, ya que si nos fijamos en su porfolio de startups participadas, veremos que casi todas se dedican a temas digitales, pero la entrada en Enzymlogic es un buen síntoma para que cada vez haya más Business Angel que decidan diversificar a través de esta tipo de startups.

Además de estos Business Angel, entre las excepciones de inversores interesados por financiar la ciencia encontramos fondos de Seed Capital como CRB Inverbío, con un buen número de participadas, sobre todo dedicadas Biotech y Digital Health. Luego encontramos unos cuantos pequeños fondos de inversión que tienen entre sus participadas startups de Digital Health, que parecen son más «entendibles» por los inversores con experiencia participando en negocios digitales. Pero también encontramos excepciones por ejemplo con Ship2B que se dedica a la inversión de impacto y tiene entre sus participadas a startups como Cebiotex y Nostoc, de las cuales vamos a hablar más adelante.

En todo caso la pena es que estemos hablando de excepciones, tanto en lo relativo a Seed Capital como también en Venture Capital, donde por ejemplo tenemos a Bullnet con algunas startups participadas que han nacido como spin-off de diferentes universidades y centros de investigación, como son Oncovision y Multiwave.

Por lo tanto, y como conclusión hasta este momento, vemos que las opciones tradicionales de financiación privada de la ciencia no son muy amplias en España, donde la mayoría de los científicos pueden investigar gracias a contar con un trabajo como profesores de universidad, lo cual no es lo ideal en muchos casos, especialmente cuando se puede tener vocación científica pero no docente. En todo caso, es encomiable la labor que realizan muchos científicos a los que hay que reconocer el mérito seguir luchando cada día para sacar sus proyectos adelante, pese a la escasa de financiación pública disponible.

Lo que ocurre es que la otra gran alternativa a depender de la financiación pública para investigar supone emprender y tampoco para esto todos los científicos pueden estar preparados o tener esa vocación. Este problema se puede resolver en parte con la formación y mentorización, como la que se realiza a través del programa The Collider, donde los científicos puedan despejar muchas de las dudas que puedan tener a la hora de crear sus propias empresas para llevar al mercado las tecnologías que han desarrollado.

Destacar los casos de éxito puede ser otra buena forma de ayudar a que cada vez más científicos emprendan, cuando puedan ver que realmente existen opciones a la hora de financiar sus investigaciones desde el ámbito privado y aquí es donde entra en juego el Crowdfunding y algunas otras formas de financiación más allá de las mencionadas de los Business Angel, Seed Capital y Venture Vapital.

Antes de adentrarnos en el tema del crowdfunding, cuando decimos que existen otras fuentes de financiación, nos referimos por ejemplo la financiación pública para llevar las investigaciones al mercado, que es muy diferente a la que corresponde con la financiación de los laboratorios, centros de investigación, … que sigue otras vías y que no tiene por qué acabar siempre en la situación de que esa ciencia llegue al mercado. A este respecto de la financiación pública para startups científicas podemos hablar por ejemplo del CDTI para España o el EIT para Europa.

Cómo aprovechar el Crowdfunding para financiar proyectos científicos

El crowdfunding es el gran desconocido en cuanto a financiación de proyectos en general, pero sin embargo ofrece una gran utilidad y ventajas, también para los proyectos científicos, que tienen aún poco recorrido al respecto, pero donde empezamos a contar con algunos casos de éxito bastante ilusionantes.

Como seguro que sabes, las campañas de crowdfunding se suelen realizar en plataformas diseñadas específicamente para tal fin y que ofrecen ventajas importantes para los creadores, en los aspectos relativos a la gestión de las campañas. Pero además en el caso del crowdfunding de inversión está la gran ventaja de que estas plataformas cuentan con su propia red de inversores, a los que les presentan proyectos, algo que no suele ocurrir en el crowdfunding de preventa, donde es el creador de la campaña el que tiene que atraer a sus propios mecenas.

Por lo tanto, aunque en este caso el científico también debe hacer el trabajo de buscar inversores, al menos para tener lo que se denomina Lead Investor, en la mayoría de los casos las plataformas pueden aportar el grueso de los inversores, ya que precisamente si forman parte de esas plataformas es porque están interesados en acceder a proyectos en los que poder invertir.

Veamos a continuación cuáles son esas plataformas y algunos de sus casos de éxito:

  1. Capitalcell es la plataforma de crowdfunding de financiación de proyectos científicos con un mayor recorrido. En ella se han financiado hasta el momento 45 empresas de ciencia, con una recaudación total de 29 millones de euros. En la plataforma ahora hay tres campañas en fase de recaudación de fondos y una de ellas precisamente es Cebiotex que desarrolla una biomembrana biocompatible y biodegradable para la administración local de fármacos, de la cual hemos hablado anteriormente en este artículo.
  2. Crowdcube es una de las plataformas de crowdfunding de inversión más exitosas en Europa y ha financiado hasta el momento un buen número de startups españolas, sobre todo digitales, pero también podemos encontrar casos de proyectos científicos como es Regemat 3D que ha logrado recaudar 379.050 libras por parte de 575 inversores. La empresa se dedica al desarrollo dispositivos de biofabricación para crear tejidos y órganos, con el objetivo de ayudar a acelerar las investigaciones en los laboratorios.
  3. The Crowd Angel tiene la peculiaridad de haber sido promovida por un fondo de inversión en startups, además de los que más éxito han tenido en los últimos años participando en startups tecnológicas. Se trata de Inveready, que decidió crear la plataforma para dar entrada a muchos pequeños inversores que querían invertir con ellos. Amadix es una de las empresas científicas que han sido financiadas a través de esta plataforma, logrando más de 1,2 millones de euros por parte de 243 inversores, que participaron en la ronda a valoración 13,7 millones de euros.
  4. Fellowfunders es otra de las plataformas de equity crowdfunding con más actividad y en ella podemos encontrar empresas de base tecnológica y científica como es Laminar Pharma, una compañía Biotech dedicada al diseño racional de fármacos, basados en una plataforma tecnológica pionera de biología molecular denominada terapia de membrana lipídica, que ha captado 1,5 millones euros en una de las campañas de crowdfunding más relevantes realizadas hasta el momento tanto en esta plataforma como en España en general.
  5. La Bolsa Social es una plataforma de crowdfunding de inversión que está especializada en proyectos que tienen un impacto social, por eso uno de los primeros casos de éxito de la plataforma ha sido la empresa Nostoc Biotech que logró 250.000 euros para desarrollar soluciones naturales de fertilización y protección de cultivos, basadas en microorganismos vivos, lo cual tiene importantes ventajas para el medio ambiente frente a los fertilizantes y fitosanitarios tradicionales.
  6. Socios Inversores es una de las primeras plataformas de equity crowdfunding nacidas en España y que tiene más variedad en cuanto a tipo de proyectos que se han financiado en ella. En lo que a ciencia se refiere podemos fijarnos por ejemplo en la campaña de Vytrus Biotech que captó 1.169.500 euros para financiar su tecnología de cultivo de células madre vegetales, para el desarrollo, la producción y la comercialización de ingredientes activos de alto valor añadido en los mercados cosmético y sanitario.

Y para finalizar con este artículo en el que queremos destacar la oportunidad que supone para los científicos recurrir al crowdfunding de cara a financiar sus proyectos, para que estos puedan llegar de la mejor forma al mercado, veamos algunos recomendaciones a tener en cuenta para realizar una campaña con éxito.

  1. Evalúa las diferentes plataformas existentes. Ya hemos visto la mayoría de ellas y cada una puede ofrecernos ventajas determinadas, aunque la diferencia puede ser mínima, pero sí que vale la pena hablar con varias para ver qué receptividad tienen hacia tu proyecto y de qué forma te pueden ayudar. A este respecto tenemos que considerar que la plataforma puede limitarse exclusivamente a publicar el proyecto o puede hacer muchísimo más a la hora de asesorar en la creación de la campaña, darle una mayor visibilidad al proyecto en la plataforma, ayudar a resolver las dudas que puedan tener tanto el creador como los inversores, organizar presentaciones del proyecto a los inversores, incluso ayudar al emprendedor a lograr visibilidad a nivel externo, por ejemplo realizando una nota de prensa para enviar a medios de comunicación especializados o masivos.
  2. Estudia los casos de éxito. Analizar los proyectos que han tenido éxito realizando campañas de crowdfunding de inversión es una gran oportunidad para aprender de cara a diseñar una buena campaña por nuestra parte. A este respecto podemos fijarnos en el tipo de información que comparten, en cómo lo comunican, en la forma de trasladar la oportunidad que supone la inversión y sobre todo en cómo se expone la parte económica de la operación. Realizar la valoración de una empresa en sus fases iniciales es muy difícil ya que contamos con muy pocos datos de cara a realizar ese cálculo y por lo tanto ver las valoraciones de otros proyectos científicos puede ser interesante de cara a entender cómo han realizado el razonamiento al respecto del dinero que necesitan, el % de la empresa que van a dar a cambio a los inversores y correspondientemente, cuánto vale la empresa. Sobre este punto profundizaremos un poco más adelante.
  3. Tienes que hacer un plan de negocio. Aunque se trata de un trabajo tedioso, realmente vale la pena pensar algunas de las cosas que suelen aparecen en el plan de negocio. Y no estamos hablando de redactar un documento de 200 páginas, donde la mayoría del contenido ha sido inventado, porque realmente no podemos saber qué va a ocurrir con el negocio. Pero sí que es recomendable realizar algunas reflexiones y tomar algunas decisiones al respecto de cómo queremos enfocar aspectos como el equipo, el producto, el mercado, el marketing, las ventas, la financiación, …
  4. Necesitas hacer un estudio de mercado. Aquí al igual que en el punto anterior, no se trata de hacer un trabajo teórico y tradicional, como el que haría una consultora, sino entender realmente el contexto en el que se va a desenvolver nuestro proyecto, ya que es algo que seguramente van a querer saber los inversores y que nos puede resultar muy valioso, por ejemplo de cara a realizar una valoración de la empresa, si recurrimos de hacerlo por comparables con otros proyectos similares. Conocer bien el mercado en el que nos desenvolvemos también nos ayudará a generar confianza entre nuestros los inversores, clientes y proveedores, porque se trata de un indicativo del interés del emprendedor por controlar los principales aspectos que se relacionan con su negocio y no solo como podría ocurrir en este caso de conocer muy bien la técnica desarrollada pero no tener ni idea de cómo esta se puede desarrollar en el mercado.
  5. Tienes que calcular cuánto dinero necesitas. En toda campaña de crowdfunding, al igual que en toda ronda de inversión, hay una cifra de partida a partir de la cual se articulan otras y que puede condicionar mucho el éxito de la campaña. Se trata de tomar la decisión de cuánto dinero necesitas para llevar el proyecto a un siguiente nivel y para lo cual es por lo que realizas el crowdfunding, para financiar esa etapa de crecimiento. Porque toda ronda de financiación debería estar asociada con un plan y ese plan va a requerir de un presupuesto. Lo que ocurre es que esta cifra condiciona mucho todo lo demás, desde la valoración de la empresa, como vamos a ver a continuación, al tipo de inversores que pueden participar e incluso el éxito de la campaña, ya que si por ejemplo es muy elevada, supondrá un limitante al tener que llegar a más inversores o con más capital.
  6. Calcula cuánto vale tu empresa. Este es un gran problema al que se tienen que enfrentar todos los emprendedores cuando realizan una ronda de inversión y en el caso de las campañas de crowdfunding además debe ser una cifra que se conoce públicamente, por lo que está expuesta a muchas interpretaciones. El problema es que cuando se suelen realizar las rondas de inversión y las campañas de equity crowdfunding, apenas tenemos datos de negocio que permitan poder hacer una valoración extrapolando a futuro los resultados actuales, por lo tanto la manera plantearlo debe ser inicialmente en cuanto a necesidad de financiación y no tanto en cuanto a expectativa de rentabilidad. Por ejemplo si hemos calculado que necesitamos 100.000 euros, entonces ya sabemos que al menos la valoración de la empresa debe ser el doble si el emprendedor quiere conservar el 50% de las acciones de la empresa. A partir de ahí la valoración puede subir todo lo que queramos, pero con mucho cuidado de no pasarnos porque a mayor valoración más complicado será que el plan de negocio cumpla con las expectativas de rentabilidad que espera obtener el inversor.
  7. Explícalo de manera sencilla. Quizás una de las razones por las que los inversores no participan en startups basadas en investigaciones científicas está en entender el potencial de la tecnología desarrollada, por la complejidad que esto pueda tener, por lo tanto el reto del científico emprendedor está en hacer esto asequible para que los inversores puedan ver el potencial que supone, sin tener que entender perfectamente la base científica del proyecto. Lo bueno a este respecto es que cada vez tenemos más herramientas a nuestro alcance para poder explicar visualmente los aspectos principales de nuestro proyecto, como puede ser a través de infografías, mapas mentales, vídeos explicativos, … A este respecto también será muy importante la labor de divulgación que la empresa pueda realizar antes y durante la campaña, ya sea en un blog, redes sociales, concediendo entrevistas, … ya que todo ese contenido que se vaya generando ayudará a generar la tan necesaria confianza en el proyecto.
  8. Responde todas las dudas de los inversores. En una campaña de crowdfunding es muy importante mantener el pulso durante todo el tiempo que dure la captación de fondos, ya que normalmente los emprendedores ponen mucha energía en la etapa inicial pero se olvidan de mantener el interés durante la campaña, en la que aún se pueden hacer muchas cosas. Por ejemplo responder a las dudas de los inversores, lo cual resultará una forma muy buena de acercarse a ellos y de aprender para ir mejorando en base a las inquietudes que se puedan ir manifestando, al respecto de la información publicada en la campaña.
  9. Consigue Smart Money. El concepto Smart Money significa que el dinero puede aportar más valor que el puramente financiero, ya que puede venir acompañado de conocimiento, consejos, oportunidades, reputación, … Cuando un Business Angel invierte en una startup, muchas veces además de su dinero puede aportar esa parte de Smart, ya que se puede involucrar un poco en la empresa para ayudarle en diferentes aspectos, por ejemplo a nivel de consejo, generación de oportunidades o atrayendo otros inversores en próximas rondas de inversión. En el caso de crowdfunding de inversión esto también es posible, ya que podemos aprovechar para construir una comunidad de inversores, que pueden llegar a ser cientos o incluso miles, que se vuelquen en ayudarnos a lanzar con éxito nuestro proyecto. Pero para ello tenemos que hacer una labor proactiva de construcción de esa comunidad. La mejor forma de hacerlo es informándoles muy bien y contara con ellos para participar en diferentes iniciativas que se puedan ir organizando en la empresa a lo largo del tiempo.

Como hemos visto, el crowdfunding es una buena oportunidad para la financiación de proyectos científicos, así que vale la pena conocerlo y tenerlo en consideración por parte de aquellos científicos e inversores que quieran cambiar el modelo actual hacia uno futuro donde la economía del conocimiento tenga una mayor relevancia en nuestra sociedad.

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