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Nuevos materiales para un futuro inteligente

El concepto «Smart» se está popularizando gracias a tecnologías como las Smart Cities y los Smart Contracts. Además en el caso de los Smart Materials va a tomar una gran relevancia por su capacidad para cambiar muchas de las industrias actuales, ya que ayudará a hacerlas más eficientes, seguras y económicas. El objetivo de este artículo es descubrir cómo está evolucionando la ciencia de los materiales para ayudarnos a mejorar los modelos de uso actuales de todo tipo de materiales, para que puedan ofrecernos un mejor servicio, sobre todo a través de la robótica que es donde va a presentar una mayor utilidad futura.

Los materiales inteligentes son aquellos que muestran un efecto observable en una de sus facetas cuando son estimulados desde otra. De esta forma quedan cubiertas todas las facetas, incluida la mecánica, la eléctrica, la química, la óptica, la térmica, etc. Algunos ejemplos de materiales inteligentes que pueden añadir nuevas capacidades a la robótica y a los organismos artificiales son los materiales termocromáticos que muestran un cambio de color cuando se calientan y los polímeros electroactivos que generan una prestación mecánica cuando reciben una estimulación eléctrica. Los materiales inteligentes pueden ser duros, como los piezomateriales; flexibles, como las aleaciones con memoria de forma; blandos, como los elastómeros dieléctricos; y fluidos, como los ferrofluidos y los fluidos electrorreológicos. De esta forma si necesitamos un robot que pueda detectar los productos químicos lo podemos construir utilizando un material inteligente que cambie de propiedades eléctricas cuando esté expuesto al producto químico en cuestión y si necesitamos un dispositivo robótico que se pueda implantar en una persona, que además se degrade hasta desaparecer cuando haya cumplido su función, podemos crearlo con polímeros biodegradables, biocompatibles y de disolución selectiva.

Para conocer el grado de utilidad que pueden ofrecernos estos nuevos materiales inteligentes es posible calcular su coeficiente de inteligencia, al evaluar su capacidad de respuesta, agilidad y complejidad, de forma que si combinamos múltiples materiales inteligentes en un robot podremos incrementar en gran medida su coeficiente de inteligencia. Además las tecnologías robóticas de vanguardia se pueden dividir en tres grupos en función de la utilidad que le ofrezcan los materiales inteligentes: sistemas blandos hidráulicos y neumáticos; materiales inteligentes como sensores y actuadores; y materiales que cambian de rigidez. De esta forma a través del uso de materiales inteligentes la la robótica blanda está cobrando protagonismo gracias al resurgir de los sistemas de impulso por fluido combinado con una mayor comprensión de la modelización de materiales elastoméricos.

Tipos de Materiales Inteligentes

Los científicos que se dedican al estudio y desarrollo de nuevos materiales han realizado una clasificación de lo que se denominan los materiales inteligentes por su capacidad de reaccionar frente a determinados estímulos, como si estuviesen programados para realizar funciones específicas. Gracias a esta capacidad de algunos materiales se amplifican las posibilidades de uso, en ámbitos de la industria tecnológica como puede ser la robótica, internet of things y la producción de energías renovables. Veamos a continuación cuáles son estos materiales y sus principales características.

Fotoluminescentes: la luminiscencia es todo proceso de emisión de luz cuyo origen no se debe exclusivamente a las altas temperaturas sino que se trata de una forma de «luz fría» en la que la emisión de radiación lumínica es provocada en condiciones de temperatura ambiente o baja. Dependiendo de la energía que la origina es posible hablar de varias clases de luminiscencia: fotoluminiscencia, fluorescencia, fosforescencia, termoluminiscencia, quimioluminiscencia, triboluminiscencia, electroluminiscencia y radioluminiscencia. En función de la radiación que estimula la emisión de luz, tendremos los siguientes procesos luminiscentes:

  • Fotoluminiscencia: Es una luminiscencia en la que la energía activadora es de origen electromagnético (rayos ultravioleta, rayos X o rayos catódicos).
  • Catodoluminiscencia: si el origen es un bombardeo con electrones acelerados.
  • Radioluminiscencia: si el origen es una irradiación con rayos α, β o γ.

Piezoeléctricos: son aquellos que al ser sometidos a tensiones mecánicas adquieren una polarización eléctrica en su masa y aparece una diferencia de potencial y cargas eléctricas en su superficie. Este fenómeno también ocurre a la inversa: se deforman bajo la acción de fuerzas internas al ser sometidos a un campo eléctrico. El efecto piezoeléctrico es normalmente reversible: al dejar de someter los cristales a un voltaje exterior o campo eléctrico, recuperan su forma.

Cromoactivos: son los materiales en los que se producen cambios de color como consecuencia de algún fenómeno externo como pueda ser la corriente eléctrica, la radiación ultravioleta, los rayos X, la temperatura o la presión. Se pueden clasificar en:

  • Termocrómicos que cambian reversiblemente de color con la temperatura, este cambio de color ocurre dentro de un rango de temperaturas y habitualmente son compuestos semiconductores.
  • Electrocrómicos presentan la propiedad de cambiar de espectro de absorción y, generalmente, de color, al cambiar su estado de oxidación por la aplicación de una diferencia de potencial externa.
  • Fotocrómicos cambian reversiblemente de color con cambios en la intensidad de la luz. Este tipo de materiales no se ven en lugares oscuros. Cuando la luz solar o la radiación UV se aplica sobre la estructura molecular del material, ésta cambia y aparece un color, que desaparece cuando cesa la fuente.

Electroreológicos y Magnetoreológicos: son materiales que responden a la aplicación de un campo magnético con un cambio en su comportamiento reológico y están formados por partículas magnetizables finamente divididas y suspendidas en un líquido portador, tal como aceite mineral, queroseno, o en un sólido portador con elasticidad suficiente para permitir la orientación de los dipolos ante el campo magnético externo.

Materiales con memoria de forma: son aquellos que tienen la capacidad de recordar su forma y son capaces de volver a esa forma después de haber sido deformados. Este efecto de memoria se puede producir por cambio térmico o magnético y además son capaces de repetir este proceso infinidad de veces sin deteriorarse. Estos materiales pueden ser aleaciones, cerámicas, polímeros y aleaciones ferromagnéticas.

Aplicaciones de los materiales Inteligentes

Los materiales que acabamos de conocer están ofreciendo infinidad de aplicaciones para amplificar las posibilidades de todo tipo de tecnologías, aquí vamos a describir algunas de ellas.

Baterías: cuando en Futurizable dedicamos un artículo específico a las baterías destacamos la importancia del desarrollo de nuevos materiales para amplificar la eficiencia de las baterías. En este sentido se siguen produciendo multitud de nuevos avances como los logrados por el científico español del CSIC Gonzalo Murillo, que desarrolla un nuevo tipo de baterías que convierte la energía mecánica en electricidad gracias a materiales piezoeléctricos que transforman la vibración en voltaje. Para ello utilizan dispositivos destinados a alimentar diminutos sensores colocados en vehículos o en objetos conectados a internet, que son capaces de generar unos pocos milivatios, al comprimir el material piezoeléctrico, generando una separación de carga que a su vez produce energía eléctrica. Para conseguir esta compresión se diseña una estructura miniaturizada que resuena a cierta frecuencia. Gracias a esta tecnología se pueden alimentar distintos tipos de dispositivos wearables y también los audífonos.

Impresión 3D: no cabe duda de que la impresión 3D está sirviendo como un dinamizador de todo lo que tiene que ver con el desarrollo de nuevos materiales, sobre todo por haber inventado una nueva forma de fabricación y haber hecho accesible los procesos de fabricación a muchas más personas, lo cual está llevando a que cada vez haya un mayor interés por disponer de nuevos materiales con propiedades específicas. Para responder esta necesidad creciente ingenieros del MIT liderados por Sebastian Pattinson han desarrollado un sistema que sustituye los polímeros derivados del petróleo que se utilizan habitualmente como material para la impresión 3D por un tipo de celulosa vegetal que ofrece muchas ventajas respecto del sistema tradicional. Se trata de una alternativa renovable, biodegradable, que proporciona un material más barato, más resistente y que además cuenta con propiedades antimicrobianas. Para ello se utiliza el acetato de celulosa, que permite su utilización en los extrusores de las impresoras y al evaporarse el acetato  el material se solidifique rápidamente. Gracias a esto se consigue imprimir objetos cuya dureza es mayor que la lograda con la mayoría de materiales comúnmente utilizados en impresión 3D, incluidos ABS y PLA.

Pantallas: el impresionante negocio que han logrado empresas como Apple y Samsung gracias a los smartphones, ha propiciado grandes avances en el desarrollo de pantallas, que cada vez tienen mayor tamaño y cuenta con mejoras importantes a nivel de resolución e interacción. Además de esto se hace muy importante el aspecto de la resistencia, que es precisamente en lo que trabajan científicos de la Universidad de California, en Riverside, liderados por Chao Wang, que han desarrollado un nuevo material capaz de repararse solo que está especialmente pensado para las pantallas de los smartphones. Para ello utilizan unos polímeros que son capaces de cerrar las grietas producidas en la pantalla tras un impacto, sin requerir para ello la intervención humana. Este material tiene unas propiedades que le permite estirarse hasta cincuenta veces su tamaño natural, contando con un funcionamiento muy similar al de la piel humana en cuanto a su forma de reparación, ya que cuando nos hacemos una herida abierta, los extremos se estiran hasta cerrarla por completo. Se trata del primer material conductor de la electricidad que tiene la capacidad de reparar por sí solo, lo cual resulta especialmente recomendable para su utilización en las pantallas táctiles de los dispositivos móviles.

Espacio: la carrera espacial se encuentra en su máximo apogeo tras la entrada de un buen número de empresas privadas a realizar actividades relacionadas con el espacio y con la reactivación de los programas espaciales por parte de la NASA y otras agencias del espacio a nivel gubernamental. Para afrontar este auge del interés de la humanidad por conquistar el espacio se hace necesario avanzar también en el desarrollo de nuevos materiales tanto para las naves como para otro tipo de objetos, como pueden ser los trajes de los astronautas. Un ejemplo de ello es un nuevo material desarrollado por un equipo de la NASA dirigido por Raúl Polit Casillas, por medio de la impresión 3D y que puede ser utilizado para diferentes fines. Se trata de nuevo tipo de tejido que tiene el siguiente funcionamiento: la parte superior refleja la luz y mantiene el calor alejado, mientras que la interior tiene un efecto aislante, protegiendo lo que hay dentro, ya sea un objeto, un recinto o un cuerpo humano. Para su desarrollo han utilizado un proceso que han denominado como impresión 4D, ya que además de construir piezas tridimensionales, también se fabrican funciones para el material. Además el proceso de fabricación de este nuevo material está ideado para poder aprovechar los recursos naturales que se puedan encontrar en el planeta en el que se vaya a utilizar y por lo tanto realizar la fabricación in situ, además de permitir su reciclado para la fabricación de otros productos en base a este material. Para conocer con más detalle la actividad que realiza la NASA en el ámbito de materiales podemos consultar la web de su departamento de Smart Materials.

Energía: aunque la generación de energías limpias sigue siendo insuficiente para remediar el gran problema al que nos enfrentamos con la contaminación y el calentamiento global, podemos considerar que la situación está mejorando considerablemente gracias a multitud de avances que se están produciendo en materia de investigación para la generación de energías renovables, principalmente para la obtención de la energía del Sol. Es el caso del trabajo que realizan investigadores del Laboratorio de Caracterización de Dispositivos Orgánicos de la Universidad Rey Juan Carlos junto que utilizan un nuevo material llamado perovskita híbrida de metilamonio con el objetivo de desarrollar células solares más baratas. La perovskita híbrida de metilamonio cuenta con un 20% de eficiencia certificada y se posiciona como una alternativa barata a las actuales tecnologías para la fabricación células solares de lámina delgada, ya que permite el uso de técnicas de fabricación mucho más sencillas y a baja temperatura (< 150ºC), permitiendo nuevas aplicaciones. Los resultados de esta investigación suponen un avance importante para la fabricación de células solares de lámina delgada, ya que la tecnología actual se basa en materiales inorgánicos como el teluro de cadmio (CdT) o selenuro de cobre, indio y galio (CIGS) que emplean técnicas de fabricación más costosas y con temperaturas de proceso elevadas (> 500ºC)

Construcción: la mejora de los materiales utilizados en construcción, como pueden ser el cemento, el hormigón y el asfalto, son el objetivo de multitud de investigaciones encaminadas a ofrecer mejoras a nivel de resistencia, eficiencia y reducción del coste, entre otras cosas. Es el caso del trabajo que realiza la investigadora Gloria Pérez del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja del CSIC para desarrollar, gracias a la nanotecnología, un cemento ecoeficiente y termocrómico que cambia de color con la temperatura y puede ser utilizado como revestimiento inteligente. En el mismo centro de investigación desarrolla su trabajo la científica Ana Guerrero con el objetivo de crear un nuevo tipo de hormigón que tenga la capacidad de repararse a sí mismo. A diferencia de otras investigaciones con hormigones que se autorreparan desde el exterior, el objetivo en este caso es que el material pueda lograrlo desde su interior, gracias a contener microcápsulas de sílice rellenas de epoxi que se rompen cuando se produce una fisura en el el hormigón para poder repararlo. Para el caso del asfalto se desarrolla un trabajo en la Universidad Tecnológica de Delft por parte del ingeniero Erik Schlangen que espera doblar la vida útil del asfalto al agregarle unas pequeñas fibras de lana de acero que tienen la capacidad de derretir el asfalto cuando le es proporcionada una corriente eléctrica, lo cual permite recomponer la mezcla de asfalto y grava que es utilizada como pavimento para las carreteras. Otra aplicación de los materiales inteligentes en el ámbito de la construcción es el desarrollo de estructuras Inteligentes, que son aquellas que gracias a la combinación de materiales inteligentes son capaces de autodiagnosticarse y modificarse para adaptarse a las condiciones que se le han marcado como óptimas o correctas.

Sensores: el desarrollo de sensores para el gran campo que se está abriendo por medio de las tecnologías de IoT es una de las utilidades que ofrecerá las investigaciones que realizan en el proyecto Graphos, liderado por la empresa de especialidades químicas Cromogenia y que se propone el objetivo de lograr la incorporación de grafeno y nanoestructuras carbonosas en un gran abanico de matrices poliméricas, con lo que se espera conseguir su integración en diversos productos con funcionalidades avanzadas y propiedades físico-mecánicas mejoradas.

Robótica: gracias al desarrollo de todo tipo de nuevos materiales se está avanzando enormemente en el desarrollo de la robótica blanda, una nueva disciplina tecnológica que va a permitir un gran avance para que la robótica nos ofrezca mejores utilidades a las personas. Este es el área en el que desarrolla su actividad Jonathan Rossiter, profesor de Robótica en la University of Bristol e investigador del EPSRC, que trabaja en la creación de nuevos materiales que ayuden a curar enfermedades a través de investigaciones como el diseño de una piel robótica que se integra con la humana. Estas pieles inteligentes imitan las capacidades de algunos animales, como por ejemplo poder mimetizarse con el ambiente o regular la temperatura corporal. El científico trabaja en el desarrollo de vendas inteligentes capaces de curar heridas e investiga también cómo sustituir la ropa convencional por una especie de segunda piel que se adapte al cuerpo. Gracias a estas innovaciones se podrá ayudar también a ancianos o personas discapacitadas a recuperar la movilidad, de forma que en el futuro las sillas de ruedas serán sustituidas por pantalones impulsores del movimiento.

Biónica: en la unión de la tecnología con la biología encontramos una de las palancas principales para el salto evolutivo que está realizando en estos momentos la humanidad, en busca de nuevos horizontes, tanto a nivel de amplificación de la vida como en lo que se refiere a la exploración del espacio. Para ambos aspectos serán fundamentales los avances que se están realizando a través de la biónica, como es el caso de las investigaciones que realiza Stina Simonsson en la Academia Sahlgrenska de la facultad de ciencias de la salud de la Universidad de Gotemburgo en Suecia que ha sido capaz de regenerar células de cartílago recogidas de pacientes que habían sufrido una operación de rodilla, y posteriormente manipularlas en un laboratorio para rejuvenecerlas, volviendo al estado de células madre pluripotentes, que son células madre con el potencial de convertirse en células de muchos tipos diferentes. Estas células madre tienen la capacidad  de extenderse tras ser encapsuladas en un compuesto de celulosa nanofibrilada que se imprime para hacer las veces de andamio por medio de la utilización una bioimpresora 3D.

Transporte: la utilización de nuevos materiales y materiales en el mundo del transporte puede generar importantes beneficios a nivel de reducción de la contaminación, reducción del coste de los combustibles y mejoras en generar en la eficiencia de los vehículos. Además vemos que todo tipo de medios de transporte pueden verse beneficiados por estos avances, como es el caso de las bicicletas donde encontramos interesantes innovaciones como la realizada por la empresa española Racormance, la que ha creado la primera bicicleta del mundo hecha en fibra de basalto. La empresa utiliza la fibra de basalto por sus excelentes propiedades de absorción de impactos y vibraciones. Además otras de las principales propuestas de valor de la empresa, es su apuesta por la fabricación 100% Made in Spain, ya que estos jóvenes ingenieros, realizan todo el proceso en sus instalaciones, desde la ingeniería hasta la fabricación de los tubos y ensamblaje final del cuadro completo.

Ropa: el mundo de la moda y la ropa tiene aún mucho que mejorar gracias al desarrollo de nuevos materiales, como los que utilizan investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts, liderados por Wen Wang,  para crear nuevas prendas destinadas al entrenamiento deportivo, que tienen la características de ser transpirables al contar con solapas de ventilación que se abren y cierran en respuesta al calor y el sudor. Estas solapas de ventilación están revestidas con células microbianas vivas que se contraen y se expanden en respuesta a los cambios de humedad, actuando como sensores y activadores, para propiciar que las solapas se abran cuando un atleta suda y se cierren cuando el cuerpo se enfría.  Los científicos trabajan en un modelo con el que sea posible combinar nuestras células con herramientas genéticas para introducir otras funcionalidades en estas células vivas. Por ejemplo utilizando la fluorescencia para hacer visibles a las personas que están corriendo en la oscuridad. Igualmente será posible combinar las funciones de liberación de olores a través de la ingeniería genética, para que que tal vez después de ir al gimnasio, la camiseta utilizada pueda desprender un buen olor.

Otras investigaciones interesantes en el ámbito de los nuevos materiales

Más allá de los sectores que acabamos de describir, se están realizando muchísimas más investigaciones tanto para crear nuevos materiales como para encontrar nuevas aplicaciones a los ya existentes. Estas son algunas de las más recientes investigaciones en el ámbito de la ciencia de los materiales:

Un equipo de científicos de la Universidad de Minnesota ha sintetizado un material transparente que presenta una gran capacidad de conducción. Este nuevo material adopta forma de lámina y es el más conductor de su clase, por lo que puede ofrecer una importante utilidad en el ámbito de la electrónica. La peculiaridad de este nanomaterial tiene su origen en la banda prohibida, que identifica a los semiconductores. En este caso la banda es ancha y cuando esto ocurre, o bien la conductividad es baja o los compuestos son poco transparentes. Pero en este caso el material sintetizado cuenta con dos virtudes que no suelen ir de la mano: la conductividad y la transparencia. Gracias a ello podrá ser utilizado para la fabricación de pantallas, paneles táctiles e incluso placas solares.

Investigadores del Centro Tecnológico del Plástico (Andaltec) participan en el proyecto europeo GraFood, que pretende desarrollar un innovador envase para alimentos basado en el grafeno gracias al cual los alimentos se podrán mantener en buen estado durante más tiempo.  La utilización de nanomateriales en el empaquetado alimentario, también permitirá que disminuya la cantidad de comida que se desperdicia aumentando la conservación de productos alimentarios envasados. Para ello los investigadores han planteado la creación de un envase activo a base de papel y ácido poliláctico (PLA) modificados con óxido de grafeno activado por probióticos y por nano-Ag-TiO2.

Científicos de la Universidad de Heilongjiang, en China, han desarrollado una nueva técnica para producir grafeno a partir de la biomasa generada con la celulosa presente en mazorcas de maíz. Gracias a esta nueva técnica se mejoran los métodos tradicionales de obtención de grafeno, que se encuentran obstaculizados por largos períodos de producción y capacidad de producción limitada, además de producir contaminantes ambientales.

Investigadores de la Universidad Erlangen-Nürnberg han desarrollado un nuevo invento en el ámbito de la iluminación denominado Bioled, en el cual a través de la biotecnología se ha podido crear a una bombilla que funciona gracias a unas proteínas o un ADN con propiedades fluorescentes. Los componentes luminiscentes contienen un polímero de proteínas que forma la cápsula o envoltorio de goma que cubre parte del diodo. Las proteínas, que son fabricadas por bacterias, tiene la capacidad de emitir luz blanca pura tras ser excitadas por otras fuentes lumínicas como son LEDs azules o de tipo ultravioleta.

Un equipo internacional de científicos, dirigido por Jan Johansson y Anna Rising de la Universidad de Ciencias Agrícolas de Suecia, ha diseñado un nuevo método para producir seda de araña artificial, bioinspirada en la seda de araña natural, pero con unas propiedades que la hacen más resistente y barata de obtener, ofreciendo usos tan diversos como textiles para la absorción de impactos o dispositivos médicos avanzados. Para conseguirlo se han inspirado en la forma en que las arañas fabrican la seda para desarrollar proteína híbrida, que incluye secuencias de aminoácidos presentes en las sedas de dos especies diferentes de arañas, con la finalidad de controlar la coagulación de las proteínas, mimetizando el proceso de hilado natural en las propias arañas.

Científicos de la Universidad de Tokio liderados por Takao Someya han desarrollado un nuevo conductor elástico imprimible que retiene una alta conductividad, incluso cuando se estira hasta cinco veces su longitud. Su forma es de tinta pastosa, por lo que puede ser imprimido en tejidos y superficies de goma, funcionando como un cableado elástico que puede ser utilizado para productos de tecnología ponible que incorporen sensores, así como para otorgar a los robots funciones parecidas a la de la piel humana.

Un equipo de la Universidad de Berkeley ha descubierto un material que viola la ley de Wiedemann-Franz que indica que cuando una corriente eléctrica atraviesa un material metálico, este se calienta. Sin embargo este nuevo material llamado dióxido de vanadio a temperatura ambiente cuenta con una conductividad térmica es hasta diez veces menor de lo que debería ser. Gracias a las propiedades de este material podrá ser utilizado por ejemplo para el diseño de nuevos motores que disipen el calor o para realizar revestimientos de ventanas que puedan disipar la temperatura en verano y evitar la pérdida de calor en invierno.

Un equipo de investigadores del MIT ha descubierto que al tomar pequeñas escamas de grafeno y fusionarlas siguiendo una estructura en forma de malla no sólo se retiene la resistencia del material, sino que también hace que el grafeno se mantenga poroso. Este nuevo material, con su particular geometría, es más fuerte que el grafeno, y exactamente 10 veces más fuerte que el acero, teniendo tan solo el 5% de su densidad. De esta forma se demuestra que el aspecto crucial de las nuevas formas tridimensionales tiene más que ver con su configuración geométrica inusual que con el propio material, lo que sugiere que materiales similarmente fuertes y ligeros podrían ser hechos de una variedad de otros materiales mediante la creación de características geométricas similares. Este nuevo material que resulta extremadamente fuerte y excepcionalmente ligero tendrá numerosas aplicaciones en sectores como la construcción de infraestructuras.

Una investigación del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología liderada por Clivia Sotomayor revela que los cristales optomecánicos de silicio, que se diseñan a escala nanométrica para confinar fotones y unidades cuánticas de movimiento mecánico, llamados fonones, en un mismo espacio físico, podrían codificar datos mediante el caos, lo cual podría llegar a cambiar el futuro de las telecomunicaciones. Esta investigación podría suponer la base para el desarrollo de una nueva tecnología de transmisión de información codificada, que combine fonónica, fotónica y señales electrónicas de radiofrecuencia.

Investigadores del Caltech y del Berkeley Lab de EEUU, dirigidos por John Gregoire, han desarrollado un método que permite descubrir a gran velocidad materiales capaces de convertir el agua en combustible. Gracias a este avance se podría acelerar la sustitución del carbón, el petróleo y otros combustibles fósiles por combustibles solares comercialmente viables. Los combustibles solares están formados por materiales que pueden capturar y almacenar la energía solar en sus enlaces químicos para usarla posteriormente cuando sea necesaria. Para ello se utilizan los materiales llamados fotoánodos, que tiene la capacidad de dividir el agua usando la luz como fuente de energía.

Acabamos de conocer 10 ejemplos de avances tecnológicos en materia de ciencia de los materiales, principalmente en lo que se denominan como materiales inteligentes, que están ayudando a que las tecnologías como la robótica, internet de las cosas e impresión 3D tengan un mayor recorrido en el objetivo de ayudar a la humanidad a evolucionar y resolver los problemas que se va encontrando en este proceso.

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