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Finanzas para manejarse en la vida

Publicado el 28 julio, 2022

Hoy vamos a hablar de finanzas personales, un tema que puede parecer que no encaja mucho con la temática de esta newsletter pero que sin embargo resulta fundamental para afrontar el resto de temas que solemos tratar aquí relacionados con la innovación, la tecnología y el emprendimiento.

Sobre todo de cara a emprender, aunque también para poder liderar cualquier tipo de proyecto que implique realizar una inversión, deberíamos tener claros una serie de conceptos que nos permitan manejarnos mejor ante diferentes situaciones, como por ejemplo lo que implica pedir prestado el dinero para afrontar determinado tipo de inversiones, frente a que ese dinero sea tuyo porque has tenido capacidad de ahorro.

La razón para escribir este artículo surge de un mensaje en Twitter de Laura Urquizu, que es CEO de una importante empresa tecnológica y que por su pasado profesional en el sector financiero, seguro que conoce muy bien los entresijos de cómo funcionan las finanzas, especialmente todo aquello que pasa por los bancos, que como te puedes imaginar es la gran mayoría de la actividad financiera de los particulares y de las empresas.

El mensaje no solo habla de la importancia de saber de finanzas para manejarse en la vida sino que el hecho de que sean sus hijos los que le han pedido aprender sobre ello denota una necesidad real por parte de muchas personas que se sienten perdidas por no tener esos conocimientos, especialmente ante la situación actual que estamos viviendo con la inflación disparada y los políticos diciendo que es debido a la guerra o la pandemia.

Y precisamente empezar hablando de qué es realmente la inflación, y qué es lo que la provoca, nos puede servir para darnos cuenta de la importancia que tiene entender determinados conceptos económicos y el impacto que esto tiene en nuestras vidas, especialmente cuando tengamos que tomar decisiones de inversión, ya sea a nivel profesional, para emprender un negocio o a nivel personal para comprar un coche, una casa o invertir en bolsa.

Porque además, entender qué es la inflación, implica ser consciente de muchas cosas que normalmente pensamos que no nos afectan a nivel particular, como es la macroeconomía, hasta que llega un momento en el que las cosas dejan de funcionar como se esperaba y nos adentramos en una crisis como la que estamos viviendo. Aunque esto no debería sorprendernos, porque al fin y al cabo se repite más o menos cada 10 años, que es lo que suelen durar los ciclos económicos.

Así que para entender qué es la inflación y qué la provoca podemos fijarnos en lo que ha sucedido durante el último ciclo económico, que además en este caso ha sido especialmente accidentado debido a la pandemia del coronavirus, un cisne negro que que ha alterado bastante el devenir del último ciclo económico. Y para ello empezaremos recordando la quiebra de Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008 que marcó el inicio de la crisis financiera mundial y también la crisis inmobiliaria, especialmente en los países en los que más se había inflado la burbuja como eran Estados Unidos y España.

Para entender bien lo que ocurrió en ese momento y cómo la causa principal de aquella crisis fueron las hipotecas subprime, es muy recomendable ver la película La Gran Apuesta, que explica muy bien cómo se forman las burbujas cuando hay euforia por invertir y cómo se pinchan las burbujas cuando llega el pánico a los mercados, algo que acabamos de vivir justamente este año cuando se ha pinchado la burbuja provocada por la política monetaria, al iniciarse la guerra en Ucrania, dispararse la inflación y comenzar a subirse los tipos de interés.

Lo que ha ocurrido en esta ocasión es que tras la crisis financiera de 2008, los Estados consideraron que era prioritario incentivar el consumo para reactivar la economía, básicamente porque los políticos necesitan que la economía vaya bien para que se les vote y necesitan estabilidad social para poder hacer aquello que consideran que es su papel una vez que han sido elegidos, lo cual como podemos ver en este caso no siempre es lo mejor para la gente, aunque eso es otra historia.

Además en esta ocasión la burbuja provocada por el exceso de liquidez se vio incrementada en 2020 con la pandemia del coronavirus, ya que la impresión de dinero para incentivar el consumo se intensificó en ese momento aún más, para evitar entrar en recesión, lo cual es la causa principal de que ahora estemos viendo el aumento descontrolado de la inflación, que como te puedes imaginar ya no es es solo cuestión de ver que están subiendo los precios sino de pensar en las causas que lo han provocado.

Es curioso porque allá por finales de 2019 en muchos medios de información económica se hablaba de que al haber pasado más de 10 años de la crisis de 2008 era previsible pensar que vendría otra crisis y por aquel entonces se miraba a China porque se pensaba que no iba a ser capaz de mantener su crecimiento económico y esto provocaría una crisis a nivel mundial, si una de las mayores potencias mundiales y la que más crecía, dejaba de hacerlo.

Sin embargo la crisis llegó de la forma más inesperada y curiosamente sí que vino de China, pero no en forma de estancamiento de la economía sino en forma de un virus. Y lo que ocurrió después nos permite entender perfectamente qué es la inflación y qué es lo que la provoca. Porque tras varios meses de confinamientos donde el consumo cayó prácticamente a cero, los políticos consideraron que era fundamental incentivar el consumo y que para ello era necesario inyectar aún más dinero en la economía.

Lo que sucedió entonces es que el circulo vicioso que se estaba generando desde 2008, en lo que a impresión de dinero se refiere, aceleró su velocidad y por eso ahora tenemos la inflación por las nubes. Porque si empezamos a pensar que la inflación no es la subida de los precios sino el aumento de la cantidad de dinero en circulación, es fácil deducir que cuanto más dinero hay en el mercado menos valor tiene cada una de las unidades de ese dinero, o lo que es lo mismo, el valor del dinero se diluye.

O dicho de otra forma, si sabemos que el mercado funciona en base a la ley de la oferta y la demanda, al aumentar el lado de la demanda, porque hay más dinero para comprar cosas, el lado de la oferta lo que hace es aumentar los precios para ajustarse a esta situación y esto es totalmente natural porque es como a lo largo de la historia se ha ido equilibrando el mercado para hacer frente a las fluctuaciones de la economía, ajustando el precio de los productos en función del interés que tiene el mercado por ellos.

Pero lo que ha ocurrido en esta ocasión es que se han producido dos fenómenos que han dado al traste con las intenciones de los Estados para controlar la economía: imprimir dinero a destajo para fomentar el consumo; y pensar, al mismo tiempo, que serían capaces de controlar la inflación, algo que como estamos comprobando no ha ocurrido, y de aquellos polvos vienen estos lodos.

El primer fenómeno sí que es uno de los que se menciona como causa de la inflación tan elevada que tenemos en estos momentos y lo podemos reflejar a través de la crisis de los microchips y de la logística, que en ambos casos tiene mucho que ver con que durante los confinamientos muchas fábricas tuvieron que parar y entre ellas las que se dedicaban a la fabricación de tecnología. Aquí es importante saber que la tecnología, especialmente las tecnologías digitales son tremendamente deflacionarias, lo cual explica perfectamente la Ley de Moore: cada 18 meses la capacidad de cómputo de los microprocesadores se duplica y además su precio se reduce a la mitad. De esta forma si nos fijamos en lo que ha ocurrido en los últimos 50 años con los ordenadores, los teléfonos, las televisiones, … es que sus precios se han reducido enormemente y al vivir en una economía cada vez más digital es fácil pensar que esto ha afectado enormemente al cálculo de los precios de los productos consumo, de forma que si no hubiese sido por que la tecnología se abarata, habríamos visto subir mucho los precios, en general, de forma similar a lo ocurrido con los precios de la energía o los alimentos. Por lo tanto si quitamos la tecnología de la ecuación, el IPC en las últimas décadas habría estado muy por encima del 2% ideal que buscan los Estados con su política monetaria y como durante la pandemia no se pudo fabricar ni comprar tecnología, aquí tenemos el primer detonante.

El segundo detonante que explica la situación de inflación en la que vivimos es el denominado Efecto Cantillon, que describe el efecto desigual de las políticas monetarias sobre la economía. En concreto, que el dinero de nueva creación no se distribuye simultáneamente y uniformemente a lo largo de la población, sino que primero llega a los que están más cerca de las fuentes donde se genera y luego lentamente va llegando al resto de la población. Lo que ocurre entonces, debido a este efecto, es que a corto plazo los que más dinero tienen son los primeros en acceder al crédito que ofrecen los bancos, gracias a su mayor solvencia. Pero como a su vez los que más dinero tienen son los que más cosas tienen, con ese dinero no suelen irse al centro comercial a comprar cosas, sino que tienden a invertirlo. Esto de que los que más dinero tienen son a su vez los que más invierten lo comentaremos después porque es parte de esa educación financiera a la que estamos dedicando el artículo. Pero volviendo a Cantillon, lo que ha ocurrido esta vez es que tras la crisis de 2008 y la pandemia, los precios de las acciones en bolsa han tenido uno de los mayores crecimientos de la historia, esto lo vemos especialmente en el S&P500 que desde 2008 a 2021 ha multiplicado por 5 su valor. Por lo tanto, la idea que tenían los Estados de que inyectando dinero en la economía este dinero iba a ir a parar al consumo se ha ido al traste en el momento en el que la gente que es más solvente y tiene mejor acceso al crédito, ha decidido invertir ese dinero en lugar de gastarlo.

Así que aquí tenemos dos de las chispas que han encendido la mecha de la situación de inflación en la que nos encontramos, pero es importante que quede claro que el combustible que ha provocado la explosión no es ninguno de estos, ni siquiera la guerra de Ucrania, sino el fallo de la política monetaria expansiva que han seguido los bancos centrales a expensas de las decisiones políticas de los Estados. Simple y llanamente una muestra de la Pretensión de Conocimiento de los economistas y de la Fatal Arrogancia de los políticos, que piensan que la economía se puede controlar a través de la política monetaria.

Para que el hombre no haga más mal que bien en sus esfuerzos por mejorar el orden social, deberá aprender que aquí, como en todos los demás campos donde prevalece la complejidad esencial organizada, no puede adquirir todo el conocimiento que permitirá el dominio de los acontecimientos. En consecuencia, tendrá que usar el conocimiento que pueda alcanzar, no para moldear los resultados como el artesano moldea sus obras, sino para cultivar el crecimiento mediante la provisión del ambiente adecuado, a la manera en que el jardinero actúa con sus plantas. Friedrich Hayek

Por lo tanto, y en resumen, la situación en la que estamos no es ni más ni menos que el reflejo de los ciclos económicos que vienen provocados por la política monetaria y entonces lo que tenemos que entender es por qué los políticos, asesorados por determinado tipo de economistas, piensan que la economía se puede controlar y qué alternativas tenemos al respecto.

Entendiendo la preferencia temporal

Imagina que quieres ser agricultor y que decides dedicarte al cultivo de manzanas, porque piensas que las manzanas son un alimento muy sano y que todo el mundo debería comer manzanas, por lo tanto a ti te irá muy bien en ese negocio. Una vez que tomas esta decisión, tienes dos formas de enfocarte en ello:

  1. Te gustaría empezar cuanto antes a cultivar las manzanas y ponerlas a la venta pero no tienes dinero para comprar el terreno, las plantas y los recursos necesarios para ponerlas en producción, así que decides empezar a trabajar para otro agricultor, lo cual además te permitirá aprender todo lo necesario sobre el negocio. Mientras vas trabajando y aprendiendo todo lo relativo al cultivo de manzanas, decides que una parte de tu salario lo vas a ahorrar para poder comprar, cuando llegue el momento, tu propio terreno y plantar ahí los manzanos. Así que después de varios años de trabajo y ahorro llega el momento de invertir y como has aprendido mucho trabajando durante este tiempo, no tardan en llegar tus primeras cosechas y con ello tus primeros ingresos como empresario de la agricultura.
  2. Quieres empezar cuanto antes a producir tus propias manzanas porque consideras que es el mejor momento para hacerlo, pero como no tienes el dinero necesario para comprar el terreno, las plantas, el abono, … , decides endeudarte, además como hace falta bastante dinero pides a tu familia que te avale poniendo su casa como contrapartida para el préstamo que vas recibir. Con el dinero del banco compras un terreno, sin tener muy claro si será el mejor para el tipo de cultivo que vas a realizar, compras las plantas sin saber muy bien si serán las adecuadas para la cosecha que quieres lograr y así vas tomando un montón de decisiones sin tener el conocimiento y experiencia adecuada, por lo que la cosecha tarda en llegar mucho más de lo esperado y no ves la forma de poder devolver el préstamo al tiempo que mantienes a flote tu negocio.

La opción número 1 lo que muestra es una preferencia temporal baja, porque estás dispuesto a trabajar, aprender, ahorrar e invertir, aunque te gustaría que las cosas fueran más rápido, entiendes que ese es el orden correcto y que esperar tendrá su recompensa, porque al final el negocio prosperará adecuadamente. Incluso una vez que ya tienes el cultivo en plena producción y has vendido tus primeras cosechas puedes pensar en endeudarte para hacer crecer tu negocio, aprovechando los tipos de interés bajos, pero con la seguridad de que si llegan malos tiempos podrás hacer frente a tus deudas y además mantenerte a flote porque al fin y al cabo tus manzanos y tu negocio gozan de buena salud.

La opción número 2 pone de manifiesto una preferencia temporal alta, porque no se está dispuesto a esperar el tiempo necesario para que las cosas ocurran según su curso natural y se buscan atajos, como es el endeudamiento, sin tener las bases adecuadas para el desarrollo del negocio, lo cual en la mayoría de los casos acaba generando unas deudas que no se pueden asumir y lo que suele conllevar la quiebra del negocio. Por desgracia esta preferencia temporal alta es la que cada vez se pone de más manifiesto en la sociedad en la que nos ha tocado vivir.

El problema de la preferencia temporal

Ahora que ya sabemos qué es la preferencia temporal podemos explicar qué tiene que ver todo esto con la economía y los ciclos económicos que provocan que cuando estamos empezando a levantar cabeza nos llegue otro mazazo en forma de crisis, que hace que tengamos que recomponernos poco a poco y así de crisis en crisis se nos pasa el tiempo sin tener apenas espacio para generar riqueza e ir disfrutando de ella, que para eso entre otras cosas es por lo que nos esforzamos tanto trabajando.

Lo que ocurre es que la política moderna es una excelente manifestación de preferencia temporal alta, porque al estar los políticos sometidos al escrutinio de sus votantes en periodos tan cortos de tiempo, como son los 4 años que habitualmente duran las legislaturas, los políticos tienen un tiempo muy reducido para demostrar lo que son capaces de hacer y es muy importante que se vea mucho lo que están haciendo, por lo tanto tenderán a hacer cosas muy vistosas, pero que por desgracia en muchos de los casos no son las más útiles para la sociedad.

Además, como para poder hacer muchas cosas en poco tiempo y que estas cosas sean muy vistosas es necesario mucho dinero, pero aún no se ha tenido el tiempo para seguir el proceso natural de ahorrar para luego invertir o generar riqueza para luego gastarla, porque el político que lo ha precedido se ha visto en la misma situación y ha gastado todo lo que ha podido y más. Correspondientemente la única solución posible es el endeudamiento. Y así nos pasamos la vida desde los gobernantes descubrieron que podían endeudarse sin necesidad de garantías siempre que el fin justificara los medios, por ejemplo para financiar una guerra.

Porque al menos antes de que se impusiera el criterio de pensamiento de la teoría monetaria moderna, los Estados se endeudaban solo si tenían el respaldo de una economía en crecimiento y los bancos centrales solo podían imprimir más dinero si esto estaba respaldado por una cantidad equivalente de oro en sus reservas. Pero esta forma de pensamiento al respecto de cómo debe funcionar la economía desapareció en el momento en el que la sociedad aceptó que el dinero no debe estar respaldado por nada que tenga un valor objetivo, como es el oro, sino que la propia confianza en el Estado era suficiente y por esto el dinero que usamos de manera cotidiana se llama Fiat, que en latín significa «hágase» o «que así sea».

Así que tenemos lo que nos merecemos, porque desde que el dinero es Fiat, que no necesita estar respaldado por la capacidad de generar riqueza, sino que depende de la decisión de un político que necesita hacer muchas cosas y muy vistosas para ganar las próximas elecciones, nos pasamos la vida de crisis en crisis, un círculo vicioso provocado por la preferencia temporal alta del que solo se puede salir reduciendo esa preferencia temporal para entrar en el círculo virtuoso que genera el aprendizaje, el trabajo, el ahorro y la inversión, por ese orden.

Y así queridos amigos es como funciona la economía y por esto es por lo que resulta tan importante aprender sobre finanzas, especialmente si lo que aprendemos nos lleva a desarrollar una preferencia temporal baja, que es la que nos ayudará a tener éxito en nuestra estrategia financiera, algo que recomiendan los mejores inversores del mundo, que nos invitan a invertir pensando en el largo plazo y no especulando en el corto plazo.

Finanzas para manejarse en la vida

Una vez hemos conocido el contexto real en el que nos manejamos en relación con la economía, vamos a intentar trasladar estas ideas a una serie de hábitos financieros que podemos desarrollar para que nos vaya mejor en la vida, en lo que a gestión de nuestras finanzas se refiere, lo cual también tendrá una repercusión importante en el resto de aspectos de nuestra vida.

  1. Primero trabaja, no queda otra. Cuando se está en medio de una burbuja financiera, como la que se vivió antes de 2008 o la vivida antes de 2022, podría parecer que te puedes hacer rico sin trabajar, solo con hacer trading en bolsa o crypto puedes pasar de pobre a millonario en un abrir y cerrar de ojos. Pero mucho me temo que esto es imposible y no se puede revertir el orden, así que más nos vale aceptarlo y empezar a trabajar cuanto antes para generar riqueza en lugar de esperar que la riqueza llegue solo porque somos muy buenos y nos lo merecemos.
  2. Trabaja en aquello donde más puedas aprender. Cuando tomamos una decisión tan importante como dónde queremos o nos gustaría trabajar, solemos pensar en aspectos como el tipo de trabajo a realizar, el salario, las condiciones laborales o la localización, pero muchas veces nos olvidamos de algo tan importante como que también trabajar nos sirva para aprender. Lo mejor es que en cualquier trabajo se puede aprender mucho si en lugar de limitarte a hacer lo que te dicen y hacerlo como un autómata, te haces preguntas y te planteas cómo se podría mejorar en busca de la excelencia.
  3. Ahorra desde el primer día. Este es quizás el mayor error que cometemos la gran mayoría de las personas cuando empezamos a trabajar, que posponemos el hecho de comenzar a ahorrar porque inicialmente el primer sueldo es tan bajo que no nos llega ni para pagar los gastos básicos. Pero es fundamental que nos organicemos para poder ahorrar por poco que sea desde el primer sueldo, ya sea 1 euro, 10 euros o 100 euros al mes, es fundamental adquirir ese hábito porque entonces empezaremos a aprovechar cuanto antes el interés compuesto, que es la clave del éxito a nivel de inversión.
  4. Invierte en cuanto te sea posible. Tal y como está el tema de la inflación, si empiezas a ahorrar no te queda otra que invertir, porque si no cada año pierdes un porcentaje importante del dinero que has ahorrado, por la devaluación del dinero. Entonces si se trata de que hay que invertir sí o sí, es muy importante decidir en qué invertir. El tema inmobiliario siempre ha parecido la opción más segura, pero como hay que tener mucho dinero para ello, la forma más factible es invertir en bolsa con la vista puesta en el largo plazo. Por ejemplo el S&P500 siempre se revaloriza si lo miramos a largo plazo, porque si confiamos que la economía tenderá a ir mejor, pese a las crisis, ese índice lo refleja perfectamente.
  5. Aprovecha el poder del interés compuesto. Cuanto antes empiezas a invertir antes puedes empezar a tener beneficios y si esos beneficios los reinviertes, el patrimonio que tienes invertido cada vez es mayor y los beneficios también son mayores. Pero esto solo funciona si inviertes en activos que se revalorizan o que te reportan dividendos. Por ejemplo si compras un activo que puedes alquilar y lo que cobras de alquiler  lo vas ahorrando hasta que puedes comprar otro igual y volverla a alquilar, habrás aprovechado el interés compuesto para pasar de tener 1 activo a tener 2 activos. Otra forma de hacerlo es con acciones de empresa que ofrecen dividendos y luego utilizar esos dividendos para comprar más acciones.
  6. Put one’s money where one’s mouth is. Cuando vayas a invertir no solo es importante poner la vista en el largo plazo sino que también es fundamental que conozcas bien aquello en lo que vas a invertir, por eso es recomendable invertir en empresas de sectores que conozcas porque podrás analizar mejor el modelo de negocio que desarrollan y las posibilidades de futuro que tienen al respecto. Al final los mejores inversores son los que llegan a entender en profundidad el negocio en el que van a invertir y para eso como te puedes imaginar hay que dedicarle tiempo, pero valdrá la pena porque no solo estarás aprendiendo sobre un negocio concreto, sino que te ayudará a ir poco a poco creando una mentalidad de inversor.
  7. Desarrolla una preferencia temporal baja. Al final se trata del principal mensaje que queremos transmitir en con este artículo, ya sea a nivel macroeconómico o microeconómico, del mismo modo que a la hora de emprender, nuestro principal aliado es el tiempo, porque por muy malas decisiones que se puedan tomar a nivel político o económico en momentos determinados, lo normal es que las aguas vuelvan a su curso y la economía por naturaleza siempre tenderá a subir, porque siempre habrá emprendedores e innovadores con ganas de mejorar las cosas y eso se acabará reflejando también en el valor del mercado.
  8. Por lo general evita el endeudamiento. Aunque excepcionalmente se puede recurrir a ello, por ejemplo cuando los tipos de interés son muy bajos y ya has podido construir un sistema de finanzas personales que te permite ganar, ahorrar e invertir lo suficiente como para afrontar la deuda sin problema. Puedas aprovechar que la inflación sea mayor que los tipos de interés en un momento determinado y hacer arbitraje con ello. De esta forma si el banco te presta dinero más barato que lo que se devalúa ese dinero, se puede aprovechar ese dinero barato para apalancarte y por ejemplo comprar una vivienda que luego puedas alquilar.
  9. Se agradecido con lo que tienes. Nada de todo esto que acabamos de comentar va a funcionar si cada uno mira solo por lo suyo y no se preocupa por aportar valor al conjunto. De esta forma las empresas que más beneficios obtienen también son muchas veces las que más valor aportan a sus clientes, lo cual acaba agradeciendo el mercado. Entonces tú también, cuando las cosas te van bien, es importante que seas agradecido por ello, porque esa mentalidad te ayudará a afrontar mejor las dificultades que vayan surgiendo por el camino, disfrutar más de los momentos buenos y sufrir menos en los momentos malos.
  10. Comparte una parte de lo que tienes, aunque sea poco. La economía debería funcionar siempre como un juego de suma positiva, pero por desgracia muchas veces no es así y algunas personas salen perjudicadas por ello. En nuestras manos está equilibrar la balanza y ayudar en la medida de nuestras posibilidades a aquellos que no han tenido la suerte de nacer en un lugar donde poder desarrollarse adecuadamente o recibir una buena educación.

 

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La alianza entre el Big Data y la economía conductual

Publicado el 10 octubre, 2019

En el siglo XX se vivieron unos cambios impresionantes a nivel social, partiendo prácticamente de un contexto de miseria global provocado por las guerras mundiales. A finales de siglo llegamos a una situación en la que disfrutamos en los países occidentales del denominado como Estado del bienestar. En los países en desarrollo se comenzaba a vislumbrar un escenario mucho más positivo, con descensos considerables de las situaciones de pobreza extrema y el aumento de la esperanza de vida. Dedicar un rato a navegar por los gráficos y estudios de la iniciativa Our World In Data nos hará ser más conscientes de esta situación y nos permitirá comprobar cómo desde que habitamos en el siglo XXI esa mejora se ha ido produciendo de manera más acentuada.

Pocos pueden tener dudas de que la tecnología digital ha sido una de las palancas más importantes para que hayamos llegado a este momento tan positivo para la humanidad, que nos lleva a pensar en que vivimos en el mejor momento de la historia, pero sin dejar de preocuparnos por las consecuencias que esto puede tener por las situaciones de desequilibrio que se producen de manera asociada con el propio crecimiento.

Al igual que el crecimiento a nivel fisiológico de un niño suele venir asociado con una serie de problemas a nivel emocional, la mejoras a nivel social que estamos viendo en las últimas décadas también implican una serie de problemáticas que tenemos que encontrar la forma de resolver.

Por ejemplo, siguiendo con el tema del Estado del bienestar, el problema que estamos viviendo es una pérdida de libertad de la persona que en la mayoría de las ocasiones se vive de manera inconsciente, pero que se manifiesta claramente a través de escenarios como el consumismo y una dependencia excesiva de las instituciones públicas. No cabe duda de que hemos llegado a esta situación de bienestar gracias al modelo económico propuesto por el capitalismo y al modelo político que propone la democracia. De forma que, para la mayoría de las personas, el capitalismo para gestionar la economía y la democracia para gestionar la política, son hasta ahora los modelos más adecuados por los resultados que nos han proporcionado.

Sin embargo, el capitalismo y la democracia son modelos que no están aprovechando todo el potencial de las innovaciones tecnológicas que se han producido desde la llegada de internet. Podríamos decir que son modelos que aún no se han transformado digitalmente. Entonces, ¿cómo podrían transformarse digitalmente el capitalismo y la democracia? Si ya sabemos que la transformación digital en las empresas pasa por poner a las personas en el centro de los modelos de negocio, comenzando por empatizar con el cliente para entender cuáles son sus necesidades reales y cómo desde la empresa podemos ayudar a resolverlas (human centered design y human centered innovation, por ponerle nombre), con el capitalismo y la democracia podríamos hacer lo mismo: rediseñar los sistemas económicos y sociales para que tengan realmente en cuenta las necesidades e intereses de la persona, no solo los de la sociedad, las empresas o los estados.

Resumiendo un poco todas estas ideas, ahora gracias a las tecnologías digitales tenemos la oportunidad de mejorar los sistemas económicos, sociales y políticos que nos han traído hasta este momento tan bueno de la humanidad, y podemos hacerlo mejorando aún más la vida de las personas gracias a la personalización. El famoso eslogan Don’t be Evil de Google podríamos usarlo de forma genérica para representar un nuevo modelo económico, social y político donde los valores de las personas cada vez tienen un mayor protagonismo.

¿Pero cómo podemos poner estas ideas en práctica? ¿Qué herramientas tenemos para personalizar aún más los sistemas que hacen que funcione nuestra sociedad? La economía conductual puede ser uno de ellos, aunque claramente si somos capaces de usarlo de manera responsable, como hemos sido capaces de hacer con otras innovaciones tecnológicas. Recurriendo al típico ejemplo de la tecnología que permitía controlar la radiactividad, podemos pensar en los cientos de miles de personas que murieron por culpa de las bombas nucleares frente a las millones de vidas que se han salvado gracias a su aplicación en el ámbito de la salud.

Sin duda podríamos haber evitado el sacrificio de todas esas personas y eso es a lo que debemos aspirar siempre que disponemos de una nueva tecnología. Por lo tanto con este tema de la economía del comportamiento podría ocurrir que se usase de manera inadecuada para controlar más a las personas y someterlas aún más bajo el yugo del consumismo, o podríamos utilizarla para mejorar la vida de muchas personas ofreciéndoles servicios y productos personalizados que mejoren significativamente su experiencia como clientes de las empresas.

Muy bien, ¿pero qué es eso de la economía conductual? Para descubrir este concepto hemos pedido a un experto en la materia que nos los explique con detalle, para que ver así cómo podemos aplicarlo en nuestro trabajo y en nuestras empresas.

Descubriendo la economía conductual

Colaboración para Futurizable de Alejandro González San Román, fundador de Coognity.

Desengañémonos, no somos tan racionales como pensamos, y menos cuando hablamos de dinero.

El ser humano es complejo por naturaleza, y nos encontramos repletos de sesgos e ideas preconcebidas que definen la manera en la que tomamos decisiones. Una suerte de arquitectura de decisión que determina cómo compramos en el supermercado o elegimos qué seguro contratar para las próximas vacaciones, y que como ya nos imaginamos, no responde únicamente a criterios racionales, sino a otras muchas variables psicológicas que las desvían de un comportamiento económico racional.

Tipos de personalidad, patrones de toma de decisión, estímulos clave para decidir por un producto u otro… En definitiva, una nueva generación de datos que podría dinamizar la economía digital como pocos imaginan, pero a la vez generar importantes implicaciones éticas y legales acerca del uso, la protección y la comercialización de este tipo de conocimiento como muchos recelan.

Y es que, lejos de teorías clásicas en donde solo se hablaba de agentes económicos racionales (capitanes Spock o Sheldon Coopers dependiendo de la generación a la que pertenezcas), hoy en día están tomando relevancia nuevas teorías vinculadas a la economía conductual o behavioral economics: una ciencia que estudia y aplica tendencias cognitivas, emocionales, humanas y sociales para una mejor comprensión de la toma de decisiones económicas de las personas.

¿Hasta qué punto nos influye ver el precio de un artículo antes de pensar si un producto sustitutivo es caro o barato? ¿Somos directos y arriesgados cuando decidimos, o nos domina la aversión a la pérdida en determinados contextos? La economía digital basada en datos ya es una realidad, y gracias a estudios como el de Richard Thaler —Premio Nobel de Economía galardonado por su contribución a la economía del comportamiento— , la psicología comienza a formar parte de las estrategia corporativas de las compañías. Adiós, Homo Economicus. Bienvenidos a la era del Homo Digitalis.

No obstante, aunque a estas alturas todos comprendemos lo vital que resulta para las empresas y sus marcas el conocer bien a sus clientes, hasta la fecha ese entendimiento se ha basado principalmente en información interna a sus propios sistemas, de puertas hacia dentro, sin contemplar otras fuentes de información externas alternativas o datos vinculados a la psicología del consumidor.

Afortunadamente hoy en día ya es posible comenzar a entender y modelizar esos rasgos de personalidad, con el objetivo de comprender la realidad de los consumidores y optimizar estrategias como las de marketing y ventas que permitan monetizar ese nuevo conocimiento. Ejemplos desde el cálculo de precios dinámicos dependiendo de los factores emocionales del cliente y su disposición a pagar, hasta la personalización de experiencias en el móvil que faciliten atajos y una toma de decisión rápida para una persona en concreto, comienzan a exponerse por los líderes como casos de éxito.

Pero lo que para algunos podría ser una gran oportunidad, para otros son claros riesgos en términos de privacidad y autonomía personal. Cuanto más se conozca sobre una persona, más fácil será controlarla. Y en esta línea, la economista Shoshana Zuboff recientemente ha publicado el libro The Age of Surveillance Capitalism, en el que expone la lógica económica del capitalismo de la vigilancia. Una interesante reflexión sobre el poder que supondría una generación de conocimiento basado en comportamientos, las peligrosas vertientes que podrían aflorar en términos de privacidad, y lo que ella denomina los «behavioral futures markets». Se trata de un inquietante lugar donde las predicciones sobre nuestra conducta se llegarían a comprar y vender a modo de mercado bursátil, y la producción de bienes y servicios se subordinaría a un medio emergente de modificación del comportamiento.

Sin duda, una nueva perspectiva de la economía digital en donde una de sus principales ventajas competitivas se fundamenta en los datos, analizados hasta la extenuación a través de tecnologías basadas en la inteligencia artificial y economía conductual. Sin duda, un nuevo capitalismo digital.

Cómo utiliza el banco BBVA la economía conductual

Recurrimos mucho a la empresa BBVA como ejemplo a la hora de hablar de determinados aspectos relacionados con la innovación, y es cierto que al menos en la parte teórica están siendo capaces de adentrarse en muchos campos de los que nos gusta hablar en Futurizable, como puede ser la criptoeconomía y las metodologías ágiles, entre otras cosas.

En el caso de la economía conductual, el banco también ha empezado hace tiempo a dar a conocer este tema a través de la labor de divulgación que realiza en su newsletter, blog y podcast. Y en lo que se refiere a cómo lo aplica en su actividad, parece muy acertada su estrategia de utilizarlo para ayudar a sus clientes a tomar mejores decisiones. Teniendo en cuenta que en lo que se refiere a gestionar el dinero, las personas tendemos a tomar malas decisiones, como endeudarnos en exceso hasta el punto de acabar siendo esclavos de nuestra hipoteca o ser incapaces de hacer una buena planificación financiera o de ahorro, que nos permita llegar a la jubilación con la tranquilidad de no tener apuros económicos cuando no podamos seguir trabajando.

De esta forma vale la pena fijarnos en cuál es el propósito de la empresa y cómo lo explica de cara a entender cómo se materializa en su estrategia:

«El propósito de BBVA es poner al alcance de todos las oportunidades de esta nueva era. Este propósito está centrado en las necesidades reales de los clientes: proporcionar las mejores soluciones y ayudarles a tomar las mejores decisiones financieras, a través de una experiencia fácil y conveniente. La entidad se asienta en unos sólidos valores: el cliente es lo primero, pensamos en grande y somos un solo equipo. Su modelo de banca responsable aspira a lograr una sociedad más inclusiva y sostenible.»

Como os podéis imaginar, si todo esto es cierto, nos encontramos ante un nuevo paradigma en cuanto al modelo económico y a la forma en la que se gobiernan las empresas del futuro. Vamos a pensar que esto es así y aunque en las empresas siga habiendo muchos intereses particulares, sin embargo cada vez hay más gente al frente de estas organizaciones que está convencida que aportar valor a las personas es la mejor forma de asegurar su futuro.

Veamos entonces cómo entiende BBVA que la economía conductual le puede ayudar a mejorar en su negocio y en el servicio que presta a sus clientes:

«El potencial de la economía conductual es enorme y es muy importante formar equipos que puedan analizar y estudiar las técnicas de ‘behavioral economics’ y que, basándose en la información disponible y en los datos, puedan orientar a los clientes a elegir la mejor solución a sus necesidades financieras. Lo más relevante es que estos nuevos conocimientos se integren en campos ya existentes en el banco y se apliquen en los equipos ágiles y los ‘scrums’, que es donde se desarrollan los productos, funcionalidades y servicios para los clientes. En la constante búsqueda de brindar una experiencia única a sus clientes, BBVA Continental está incluyendo en sus procesos de trabajo nuevas metodologías y disciplinas para entender y satisfacer cabalmente las expectativas de sus clientes.»

Startups que están usando la economía conductual para impulsar sus modelos de negocio

Lemonade es una de las startups más representativas a nivel mundial en el sector Insurtech que utiliza la economía del comportamiento a la hora de diseñar su modelo de negocio y los productos que ofrece a sus clientes en el ámbito de los seguros para el hogar. La empresa ha realizado rondas de inversión por valor de 480 millones de dólares y tiene como consejero a Dan Ariely que es uno de los mayores expertos en economía conductual a nivel mundial.

Welth es una startup mejoramos drásticamente los resultados de salud de pacientes con afecciones crónicas por medio del estudio de la motivación humana y la formación de hábitos. Tras haber recibido inversión por valor de 7,6 millones de dólares la empresa utiliza las tecnologías digitales y la Inteligencia Artificial sobre una base de principios de la economía conductual, adaptados a cada paciente.

OpSeeker es una startup española que se dedica a crear aplicaciones digitales basadas en la economía conductual, la gamificación y la Inteligencia Artificial con el objetivo de mejorar la salud financiera de sus clientes. Para ello ha creado una serie de herramientas online que se ofrecen a través de las instituciones financieras, como es el caso de un coach financiero basado en chatbot que ayuda a los jóvenes de ingresos bajos a desarrollar mejores prácticas de administración de su dinero.

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¿Tiene futuro la Economía Circular?

Publicado el 08 noviembre, 2018

Cada vez resulta más habitual hablar de iniciativas empresariales que buscan algo más allá del beneficio económico. Comenzamos hablando de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), para ir inventando poco a poco conceptos como Inversión Socialmente Responsable, Inversión de Alto Impacto, Benefit Corporation (Bcorp), Economía Circular, que parece que es una de las últimas tendencias en este campo.

En todos los casos subyace la idea de que la rentabilidad económica no puede ser el único aspecto que influya en la toma de decisiones a la hora de definir las estrategia que debe tener una empresa, sino que debe haber otros aspectos relacionados con el entorno de la empresa que también se tengan en cuenta, como puede ser el impacto de su actividad en el medio ambiente, en la sociedad o en las personas que forman parte de la empresa.

Como os podéis imaginar puede haber dos formas de enfocar este tipo de iniciativas. Aquellas que se plantean con una función estética, porque está de moda, porque permite salir en los medios, porque la empresa tiene beneficios y quedaría mal que todo fuese a los accionistas, o incluso porque desgrava impuestos. La otra opción es enfocarlo como una función estratégica, donde la empresa ha entendido que no se trata de un ente aislado en el universo, sino que forma parte de un ecosistema en el que influyen miles de factores y que cuanto más pueda aportar a ese ecosistema más beneficio podrá obtener, o incluso más posibilidades tendrá de seguir sobreviviendo ante un escenario tremendamente cambiante como el que ahora vivimos.

Si lo planteamos como una función estratégica, la Economía Circular puede introducirse como un nuevo elemento en el marco de trabajo para aquellas empresas que afrontan procesos de Transformación Digital donde, además de encontrar la forma de sacarle el máximo provecho a la tecnología, dar al talento la relevancia que se merece dentro de la organización, poner al cliente en el centro de todo lo que haga la empresa, utilizar las metodologías ágiles a nivel de gestión, aprovechar la innovación abierta y el intraemprendimiento, se tenga muy en cuenta el concepto de sostenibilidad para diseñar las estrategias futuras de la empresa.

¿Pero qué es eso de la Economía Circular y por qué tiene que interesarme?

La Economía Circular es un concepto económico relacionado con la sostenibilidad y tiene como objetivo lograr que el valor de los productos y los recursos naturales como el agua, la energía y los materiales se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible y que, además, se produzca la mínima generación de residuos. Para ello hay que poner en marcha una nueva economía no lineal, como ha sido hasta ahora el sistema más común, que esté basada en el principio de cerrar el ciclo de vida de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua y la energía. Es por ello que la Economía Circular se encuentra en la intersección de los aspectos ambientales y económicos.

El sistema lineal que ha utilizado hasta ahora nuestra economía, basado en la extracción, fabricación, utilización y eliminación, ha llegado a un límite en el que es imprescindible un cambio si queremos asegurar el futuro de la especie humana y del planeta, ya que empezamos a vislumbrar el agotamiento de una serie de recursos naturales como, por ejemplo, está ocurriendo con los combustibles fósiles. Lo que propone la Economía Circular es un nuevo modelo de sociedad que utiliza y optimiza los stocks y los flujos de materiales, la energía y los residuos, teniendo como objetivo la eficiencia del uso de los recursos.

La Economía Circular consigue convertir nuestros residuos en materias primas válidas para la creación de nuevos productos.

Gracias a este planteamiento la Economía Circular se convierte en una fuente de riqueza, ya que los residuos que unos habían descartado se convierten en recursos de los cuales pueden sacar provecho otros. De forma que el propio sistema consigue convertir nuestros residuos en materias primas que serán utilizadas para crear nuevos productos, llegando al paradigma de un sistema de futuro, que genera empleo local y no es deslocalizable, ya que en un contexto de escasez y fluctuación de los costes de las materias primas, este nuevo modelo contribuye a la seguridad del suministro y a la reindustrialización del territorio nacional.

La economía circular se asienta en los siguientes pilares:

  • Eco-concepción: es necesario considerar el impacto ambiental que se produce a lo largo del ciclo de vida de un producto y considerarlo desde su concepción.
  • Ecología industrial y territorial: se establece un modelo de organización industrial en el mismo territorio a través de la gestión optimizada de los stocks, los flujos de materiales, energía y servicios.
  • Economía de la funcionalidad: se busca potenciar el uso frente a la posesión y la venta de un servicio frente a un bien.
  • Segundo uso: para ello se reintroduce en el circuito económico aquellos productos que ya no se corresponden a las necesidades iniciales de los consumidores.
  • Reutilización: se busca reutilizar ciertos residuos o ciertas partes de los mismos, que todavía pueden ser de utilidad para la elaboración de otros nuevos productos.
  • Reparación: con el objetivo de encontrar una segunda vida a los productos estropeados.
  • Reciclaje: se pueden aprovechar los materiales que se encuentran en los residuos.
  • Valorización: consiste en aprovechar energéticamente los residuos que no se pueden reciclar.

En el siguiente vídeo se percibe muy bien el gran potencial que tiene el cambio de mentalidad cuando enfocamos el valor de los productos y los materiales una vez que han sido descartados tras un primer uso.

Para que este nuevo modelo de la Economía Circular funcione es necesario que se involucren los principales actores a nivel social y económico, desde las instituciones públicas encargadas del desarrollo sostenible y del territorio, hasta las empresas que buscan resultados económicos, sociales y ambientales y la sociedad, que debe ser consciente de sus necesidades reales. Gracias a esto será posible disminuir el uso de los recursos, reducir la producción de residuos y limitar el consumo de energía, pero para ello es necesaria una reorientación productiva de los países. En efecto, además de los beneficios ambientales, esta actividad emergente es creadora de riqueza y empleo (incluyendo las del ámbito de la economía social) en todo el conjunto del territorio y su desarrollo debe permitir obtener una ventaja competitiva en el contexto de la globalización.

«Es necesario transformar Europa en una economía eficiente en los recursos, aunque solo la eficiencia no es suficiente. También hay que asegurarse de que una vez que hemos utilizado nuestros productos, nuestros alimentos y nuestros inmuebles, seleccionamos los materiales de estos y los usamos una y otra vez. Cada año, en Europa, se utilizan un promedio de 16 toneladas de materiales por persona para mover nuestra economía. Y además, alrededor de 6 toneladas por persona se convierten en residuos. Por otra parte, casi la mitad de los residuos generados terminan en vertederos. La parte integral del enfoque de la UE para la eficiencia de los recursos debe desmarcarse de la economía lineal, donde se extraen los materiales de la tierra para fabricar los productos, usarlos y luego eliminarlos, hacia una economía circular, donde los residuos y los subproductos, del final de vida de los productos usados, entran de nuevo en el ciclo de producción como materias primas secundarias. En definitiva, el uso de residuos como la principal fuente de materia prima fiable es esencial para la Unión Europea. Existe una fuerte motivación económica y empresarial a favor de la economía circular y la eficiencia de los recursos. De hecho, la Comisión Europea, como órgano colegiado, ha adoptado la eficiencia de los recursos como un pilar central de su estrategia económica estructural Europa 2020». Janez Potocnik, Comisario Europeo de Medio Ambiente.

VoUCHER, una oportunidad para las nuevas empresas que apuesten por la Economía Circular

C-VoUCHER es una iniciativa financiada por la Comisión Europea que tiene como objetivo adoptar la Economía Circular para transformar en modelos circulares sostenibles las cadenas de valor lineales de las empresas en las que habitualmente se acaban produciendo muchos desperdicios. Para ello está previsto financiar 66 empresas con un total de 4,2 millones de euros.

La primera convocatorias de VoUCHER está dirigida a empresas que participen en Programa Circular, un programa de aceleración basado en Economía Circular, que ofrece a las pymes seleccionadas hasta 60.000 euros para que creen y diseñen soluciones circulares utilizando metodologías de pensamiento de diseño e implementando nuevas tecnologías como Blockchain, IoT y BigData, aplicadas en sectores como salud, agroalimentación, manufactura, industria marítima o textil. Durante la primera convocatoria del programa  se seleccionarán 12 pymes que serán invitadas al evento Prototype-athon. Después del evento, las 6 pymes que más destaquen participarán en el Programa Circular durante nueve meses.

Tras esta primera cita con las pymes, el proyecto continúa con el programa Adopter SME, una segunda convocatoria orientada a adoptar a las empresas más innovadoras, que obtendrán hasta 15.000 euros para definir planes de viabilidad que les permitirán implementar las soluciones circulares desarrolladas durante el Programa Circular en sus procesos, y serán creadas con diseñadores asignados específicamente para cada proyecto durante tres meses, expertos mentores de negocios, financiación para implementar nuevas tecnologías y futuras oportunidades de financiación tanto pública como privada.

Además, se estimulará a las pymes a crear soluciones circulares innovadoras mediante el uso de tecnologías digitales, híbridas e ingenieriles en las siguientes industrias: agroalimentaria, en colaboración con Arla; manufacturera, en colaboración con MADE; marítima, en colaboración con Green Ship of the Future; textil, en colaboración con Lifestyle and Design Cluster, y sanitaria, en colaboración con Neuca.

La iniciativa C-Voucher financiará con 4,2 millones de euros a empresas que innoven en Economía Circular

Danone como ejemplo de estrategia basada en Economía Circular

Con el deseo de que no estemos únicamente ante una bonita nota de prensa, compartimos la noticia sobre la nueva estrategia de Danone en relación con sus envases y con la Economía Circular como base. Se trata de la puesta en marcha de una nueva política de envases sostenibles con la que la compañía asegura que sus envases se fabricarán con material 100% reciclado. Esta nueva política incluye iniciativas para mejorar el diseño de los productos y desarrollar modelos alternativos de distribución y reutilización; inversiones para desarrollar sistemas más eficaces, eficientes e inclusivos de recogida y de reciclaje; acciones para preservar los recursos naturales a través del uso de material reciclado en sus envases o del uso de materiales renovables. 2025 es el año elegido por la empresa para que todos sus envases sean 100% reciclables, reutilizables o compostables. Además se desarrollarán modelos de distribución y reutilización alternativos y tomará medidas para eliminar los envases plásticos problemáticos o innecesarios.

Eliminar los plásticos

Sin duda el tema de los plásticos es uno de los grandes caballos de batalla en la estrategia global de lucha contra la contaminación. Es por esto que cada vez son más las iniciativas que buscan mejorar la situación, como se ha podido comprobar en el evento realizado recientemente en Madrid bajo el título ‘Jornada sobre Plásticos y Economía Circular: sostenibilidad y reciclado’, organizada por Aimplas y Cicloplast. Un evento en el que se han podido conocer algunas iniciativas innovadoras en relación con la aplicación de la Economía Circular en el sector de la fabricación de plástico:

  • Total presentó su investigación para reciclar las cajas de pescado de EPS en nuevos envases para contacto alimentario bajo el proyecto europeo LIFE EPS– SURE.
  • Aimplas dio a conocer el proyecto Life Recypack, enfocado a promocionar la Economía Circular de los residuos de envases comerciales de plástico en zonas urbanas.
  • Plásticos Romero mostró su sistema de valorización de los residuos de films multicapa.
  • Sabic compartió su experiencia en reciclaje químico de alta calidad para obtener un polímero original a partir de residuos plásticos.
  • Coexpan presentó el desarrollo de nuevos productos de packaging más sostenibles que incluyen más plástico reciclado, como los envases de contacto alimentario de PET o las cápsulas de café hechas con plástico biodegradable.

El caso de las baterías de los vehículos eléctricos como aplicación de la Economía Circular

Cuando hablamos de vehículos eléctricos y la importancia que tendrán en el futuro para reducir la contaminación y la dependencia de los combustibles fósiles, no podemos olvidarnos de que, como toda actividad industrial, la fabricación de vehículos y baterías también tiene un impacto ambiental que es necesario conocer y controlar. Porque, aunque el sistema de propulsión resulte más sostenible, esto no quiere decir que su fabricación también lo sea. Además, también se tiene que tener muy en cuenta lo relativo a la producción y suministro de la energía eléctrica que necesitarán esos vehículos, sobre todo en las grandes ciudades, pero también cuando hagan desplazamientos más largos por el territorio.

Es por esto que frente a una nueva actividad industrial y económica, como es la fabricación, venta y utilización de vehículos eléctricos, debemos tener muy en cuenta todos los aspectos en relación con las baterías y los propios vehículos. En este sentido vale la pena conocer el estudio realizado por la organización Circular Impacts, que proporciona información y estimaciones sobre los impactos de la gestión de la gran cantidad de baterías de iones de litio para los vehículos eléctricos que ingresan al mercado y que llegarán al final de su vida útil en los próximos años.

Un análisis que compara dos escenarios hipotéticos diferentes que involucran diferentes niveles de ambición con respecto a las tasas de reciclaje de baterías en Europa y la tasa de eficiencia de reciclaje para diferentes materiales. Para ello se han seleccionado cuatro materiales clave en función de su importancia económica, social y ambiental, y se han recopilado datos a través de una revisión de la literatura e información de entrevistas y consultas con expertos. El estudio muestra que el aumento de las tasas de eficiencia de recolección y reciclaje de las baterías EV en la UE puede mitigar la dependencia de los materiales importados y ayudar a mantener el valor de los materiales recuperados dentro de la economía de la propia UE. Los beneficios adicionales del aumento de las tasas de eficiencia de recolección y reciclaje incluyen la creación de empleos en el sector del reciclaje y la mitigación de las emisiones de CO2. En base a estos resultados se recomienda que la UE continúe y refuerce su apoyo a la I + D de los procesos de reciclaje de baterías de iones de litio para mejorar su rentabilidad y eficiencia. Además, el documento sugiere que se necesita más investigación para proporcionar evidencia sobre los costos del reciclaje de baterías, el nivel de inversión necesario para establecer instalaciones de reciclaje en Europa y el impacto neto en el empleo.

Estudios como este refuerzan la apuesta de la Unión Europea por el sector de los vehículos eléctricos, por lo que será muy importante potenciar los aspectos relacionados con la investigación, desarrollo y fabricación de baterías. Es el objetivo del fondo de ayudas Horizon 2020 de la Unión Europea, que ha asignado una partida de 200 millones de euros en ayudas para proyectos relacionados con las baterías, además de 800 millones de euros para la financiación de instalaciones y ayudas para las regiones que deseen promocionar esta industria a través del fondo de ayuda regional, dotado con 22.000 millones de euros.

¿Se pondrá de moda la Economía Circular?

Al final será una suma de muchas pequeñas cosas lo que acabe generando nuevos modelos económicos que mejoren el negativo sistema actual, que nos llevaría a un futuro en un medio ambiente tan deteriorado que resultaría demasiado perjudicial hasta para aquellos que no están dispuestos a admitir que es el momento de actuar con determinación para revertir la situación. Por un lado, nos encontramos con las normativas y regulaciones, sobre todo en la Unión Europea, que van claramente encaminadas a potenciar este tema de la Economía Circular. Por otro lado, las grandes empresas comienzan a ver la oportunidad que supone a nivel de eficiencia y mejora en sus procesos productivos. Y también encontramos muchos iniciativas de startups y emprendedores que han visto una oportunidad en ofrecer nuevas soluciones en este sector que apenas acaba de empezar a desarrollarse. Pero, sin duda, lo que resultará determinante es la presión que pueda realizar la sociedad a la hora de fomentar que las empresas adopten esta nueva forma de funcionar, más respetuosa con el medio ambiente y comprometida con las personas que las sostienen como clientes.

Por lo tanto, ante la pregunta ¿tiene futuro la Economía Circular?, la respuesta es sí, pero solo si forma parte de una estrategia global que promueva una conciencia común sobre la importancia de cambiar nuestros hábitos para que dejen de resultar destructivos con el medio ambiente y comiencen a ser positivos hacia el planeta, que deberá poder seguir albergando a la humanidad del futuro.

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