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Cómo tomar mejores decisiones

“Estamos convencidos de que no se trata más que del frenesí tradicional de los especuladores por el miedo de los tiempos que vivimos; es decir, una situación técnica de mercado más que un reflejo de un cambio radical de las condiciones subyacentes, las que, de hecho, se mantienen relativamente estables” extracto de la carta semanal a los suscriptores de la agencia de análisis y predicción de mercado Moody´s el 28 de octubre de 1929, el «lunes negro» que marcó el comienzo de «la gran depresión» en Estados Unidos.

Predecir el futuro es imposible, si de alguna forma pudiese lograrse, tendríamos inmediatamente la solución al gran problema que supone para las personas la toma de decisiones. Aunque tampoco creo que en esa hipotética situación en la que tuviésemos la capacidad de predecir el futuro, se resolviese del todo el problema, ya que habría que contar con las consecuencias correspondientes a la toma de decisiones y si queremos ir un poco más allá, pensar en si cuando tomamos decisiones realmente estamos influyendo sobre cómo será el futuro, o por el contrario, como piensan los deterministas, todo está ya escrito.

Aquí vale la pena pararse a entender qué significa el determinismo, como una doctrina filosófica que sostiene que todo acontecimiento, incluyendo el pensamiento y acciones humanas, está determinado por la irrompible cadena causa-consecuencia, y por lo tanto, el estado actual determina en algún sentido el futuro. Existen diferentes tipos de determinismo, que se diferencian en los detalles de sus afirmaciones. Para distinguirlas se clasifican de acuerdo con el grado de determinismo que proponen: por un lado el determinismo fuerte sostiene que no existen sucesos genuinamente aleatorios o azarosos, y en general, el futuro es potencialmente predecible a partir del presente, por lo tanto el pasado también podría ser predecible si conocemos perfectamente una situación puntual de la cadena de causalidad;  por otro lado el determinismo débil sostiene que es la probabilidad lo que está determinado por los hechos presentes, o que existe una fuerte correlación entre el estado presente y los estados futuros, aun admitiendo la influencia de sucesos esencialmente aleatorios e impredecibles.

A veces tomas la decisión correcta, a veces haces que la decisión sea correcta. Phil McGraw

En este artículo no nos vamos a dedicar a aprender técnicas para predecir el futuro, ni a filosofar sobre si tenemos alguna opción de cara a influir en nuestro porvenir, por el contrario lo que nos proponemos es conocer y aprender una serie de metodologías que nos ayuden a mejorar la toma de decisiones o tomar mejores decisiones, que nos permitan lograr un futuro próspero para nosotros y para nuestro entorno. Sobre todo porque no nos gusta nada eso del determinismo y estamos convencidos de que la mejor forma de predecir el futuro es crearlo, como dijo Peter Drucker. Por lo tanto el objetivo de este artículo es transmitir la importancia de ser metódicos a la hora de tomar decisiones y no dejarlo únicamente al amparo de la intuición o la experiencia, que suelen ser los principales vectores que entran en juego cuando tenemos que afrontar un proceso de toma de decisiones. Los que nos dedicamos a temas de innovación tenemos la responsabilidad de aumentar la eficacia de nuestras decisiones, conscientes de que vivimos en un mundo donde los avances se están acelerando y por lo tanto urge mejorar la forma en la que tomamos las decisiones para hacerlas más efectivas.

Propuesta de metodología para la toma de decisiones

No soy producto de mis circunstancias, soy producto de mis decisiones. Stephen Covey, autor del libro «los siete hábitos de la gente altamente efectiva»

1. Identifica un problema o una discrepancia entre un estado actual en el que te encuentras y el estado en el que te gustaría estar, por medio de elección de una entre varias alternativas.

2. Piensa en la decisión que debes tomar, obteniendo la mayor cantidad de información posible en relación con los factores que influyen en la decisión, ya que el proceso mejora cuando tienes la información adecuada y suficiente.

3. Identifica los criterios para la toma de decisiones y asigna de una ponderación a dichos criterios, de forma que la toma de decisiones no dependa únicamente de tu intuición, sino de un análisis lo más objetivo posible de la situación. Si es posible apóyate en una hoja de cálculo para ser lo más preciso posible en todo el proceso.

4. Encuentra las opciones más importantes que te permitan lograr el objetivo que quieres alcanzar, evalúa la importancia de tu objetivo y asigna probabilidades a las opciones en base al grado de consecución del objetivo a lograr.

5. Identifica los riesgos que puedes tolerar y las ventajas que más te agradan de cada alternativa viable que permita la resolución del problema: piensa en cómo la decisión que vas a tomar afecta a otras personas, otras organizaciones o a otros aspectos de tu vida a los que has llegado a través de una decisión anterior con la cual estás satisfecho.

6. En este punto puedes recurrir a realizar un DAFO que recoja las principales variables en relación con la decisión que debes tomar, además de la realización de un DAFO concreto para cada una de las alternativas posibles.

7. Comparte el proceso de toma de decisiones con personas de confianza y a ser posible o si es compatible, trabaja de manera colaborativa en el proceso de decisión y desarrollo de la acción correspondiente a la decisión tomada.

8. Escoge la opción ganadora y actúa en consecuencia, para lo cual debes planificar la ejecución de la estrategia correspondiente a la decisión tomada y no dejarte llevar por la inercia o la improvisación ya que es muy habitual perder el rumbo si nos despistamos del objetivo.

9. Hazte responsable de tus decisiones, trabaja siempre con el mismo criterio con el que decidiste tomar una decisión concreta y si tienes que cambiar de opinión, realiza de nuevo el mismo proceso para la toma de decisión, lo cual marcará el camino de otros futuros objetivos.

10. Si el proceso de toma de decisiones y ejecución de la decisión tomada te resulta demasiado arduo, siempre puedes dividirlo en pequeñas partes, es una excelente forma de afrontar grandes retos y tener mayores garantías de éxito.

11. Evalúa periódicamente de la efectividad de la decisión tomada, lo cual te permitirá por un lado saber si la opción elegida ha sido la correcta y por otro lado mejorar el proceso de toma de decisiones al que seguramente tendrás que enfrentarte con bastante frecuencia.

Tipos de toma de decisiones

Como os podéis imaginar lo realmente complicado del proceso anterior es acertar en la elección a realizar en el punto 8 y es que cuando llega el momento de la verdad, la hora de escoger la opción ganadora, las decisiones se pueden tomar de de diferentes formas, por esto resulta interesante conocer cómo habitualmente tomamos decisiones las personas, entender cómo lo estamos haciendo nosotros mismos y hacer lo posible para mejorarlo.

Toma de decisiones analítica: se apoya en la información que es adquirida y evaluada sistemáticamente para estrechar las alternativas y tomar una decisión que esté basada en la información. Se valora la información cuantitativa y se utilizan algoritmos para la toma de decisiones. Un ejemplo de estos algoritmos puede ser el creado por investigadores de la Universidad de Pennsylvania en Estados Unidos como un modelo automatizado de toma de decisiones que compara y sopesa múltiples variables con el fin de predecir la elección óptima, aplicado en el ámbito de la medicina personalizada, para transformar simples predicciones en recomendaciones viables

Toma de decisiones heurística: se basa en una serie de reglas, en la experiencia de la persona que tiene que tomar la decisión y en su sentido común. La heurística de la disponibilidad es un atajo mental que se produce cuando la gente hace un juicio sobre algo por lo fácil que es recordarlo, es decir, si puedes pensar en algo, ese algo es importante. Cuando te enfrentas a la toma de decisiones, es frecuente que recurras a la disponibilidad heurística, por lo tanto te decantes por la opción que para ti es más fácil de recordar.

Toma de decisiones dentro de una organización

En el ámbito de las organizaciones, la mayoría de las decisiones significativas se realizan mediante el juicio, más que por un modelo prescriptivo definido. En todo caso existen diferentes modelos de toma de decisiones en las organizaciones, que vamos conocer aquí, de cara a buscar la forma de entender cómo debemos enfocarlo en nuestro caso.

Modelo racional: es un proceso de elección entre alternativas para maximizar los beneficios para la organización. Incluye una amplia definición del problema, una exhaustiva recopilación y el análisis de datos, así como una cuidadosa evaluación de las alternativas. Los criterios de evaluación de alternativas han de ser bien conocidos y se busca que la generación e intercambio de información entre individuos sea objetiva y precisa. Este modelo de toma de decisiones se basa en tres suposiciones explícitas: se ha obtenido toda la información disponible relacionada con las alternativas; se pueden clasificar estas alternativas de acuerdo a criterios explícitos; y la alternativa seleccionada ofrece la máxima ganancia posible para la organización. En este modelo existe una suposición implícita y es que no existen dilemas éticos en el proceso de toma de decisiones. Desde el punto de vista organizacional existen algunas limitaciones para este modelo: su uso puede requerir bastante tiempo y puede ser que las organizaciones no dispongan de él; el uso de recursos humanos para su realización puede rebasar cualquier beneficio; este enfoque requiere datos e información que, habitualmente, son difíciles de obtener; si el proceso de toma de decisiones requiere considerable tiempo, estas pueden convertirse en obsoletas; los directivos pueden verse forzados a cambiar las metas establecidas si son vagas o contradictorias. Por lo tanto el modelo racional tiene sentido en la medida que sea factible, sin esperar que sea la única o ni siquiera la guía principal en la toma de muchas decisiones organizacionales.

Modelo de racionalidad limitada: consciente de las limitaciones de la racionalidad, pone de manifiesto los procesos de toma de decisiones frecuentemente utilizados por personas y equipos. Este modelo explica la razón por la que diferentes personas o equipos toman decisiones distintas cuando cuentan exactamente con la misma información. Así, el modelo de racionalidad limitada refleja tendencias individuales o de equipo cuando es necesario seleccionar una meta o una solución alternativa, aunque no sea la mejor. Las reglas de la decisión desde la perspectiva organizacional son una parte del modelo de racionalidad limitada, por lo que proporciona formas rápidas y fáciles de llegar a una decisión sin análisis y búsquedas detalladas, estas reglas están escritas y se aplican con facilidad. La principal desventaja de este modelo es que se basa en la toma decisiones mediante la construcción de modelos simplificados que extraen las características esenciales de los problemas, sin capturar toda su complejidad.

Siempre que ves un negocio próspero, alguien ha tomado una decisión valiente. Peter Drucker

Modelo Político: es aquel en el que la toma de decisiones es tomada por las personas para satisfacer sus propios intereses. En este caso las preferencias basadas en metas personales egoístas rara vez cambian cuando se adquiere nueva información. Por tanto, la definición de los problemas, la búsqueda y recopilación de datos, el intercambio de información y los criterios de evaluación únicamente son utilizados para predisponer el resultado a favor del que toma la decisión. Las decisiones reflejan la distribución del poder en la organización y la efectividad de las tácticas usadas por directivos y empleados, determinan el impacto de las decisiones. El modelo político predomina en las organizaciones a nivel mundial, por lo que prevalece por encima de los dos modelos anteriores.

Si somos conscientes de que muchas organizaciones toman sus decisiones siguiendo este modelo político, es muy importante que lo tengamos en cuenta de cara a tomar las decisiones en nuestra propia organización, ya que como formamos parte de ecosistemas complejos, en los que intervienen muchas organizaciones, las decisiones que otros tomen de forma «egoísta» nos pueden afectar negativamente, aunque nosotros estemos tomando las decisiones siguiendo un modelo racional. Por lo tanto es importante que en nuestro modelo de toma de decisiones incorporemos las condiciones del entorno como un factor más a considerar a la hora de tomar una decisión. Un ejemplo muy representativo de esta situación es cómo nos pueden afectar las decisiones políticas a nivel regulatorio, donde en muchas instituciones, siguiendo criterios completamente interesados, se acaban creando normas y leyes que pueden arruinar por completo una decisión que nosotros habíamos tomado de forma racional y que tenía todo el sentido del mundo para nuestra organización. Aquí es donde podemos fijarnos por ejemplo en el famoso Brexit, que ha tirado por tierra muchas de las buenas decisiones a nivel estratégico que muchas empresas han tomado en los últimos años por su posicionamiento en Londres y que ahora tienen que reconsiderar por el perjuicio económico que esta situación les pueda reportar.

Herramientas para la toma de decisiones

Con el objetivo ayudarnos a aplicar la metodología que acabamos de proponer a la hora de mejorar la forma en la que tomamos decisiones, es interesante conocer algunas herramientas que se utilizan habitualmente en estos procesos.

Brainstorming: la lluvia de ideas, también denominada tormenta de ideas, es una herramienta de trabajo en grupo, que suele realizarse en un ambiente relajado y que facilita el surgimiento de nuevas ideas sobre un tema o problema determinado. Esta herramienta fue ideada en 1919 por Alex Faickney Osborn, cuando su búsqueda de ideas creativas resultó en un proceso interactivo de grupo no estructurado, que generaba más y mejores ideas que las que los individuos podían producir trabajando de forma independiente, dando oportunidad de dar sugerencias sobre un determinado asunto y aprovechando la capacidad creativa de los participantes. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que individualmente se generan más ideas que en grupo, por lo que la utilidad de esta técnica está en entredicho.

Prueba y error: si pensamos que las buenas decisiones vienen de la experiencia y la experiencia viene de las malas decisiones, podemos recurrir a este método heurístico para la toma de decisiones y la obtención de conocimiento. El método consiste en definir varias alternativas, probar una de ellas y verificar si funciona. Si es así, se obtiene una solución. En caso contrario, cuando el resultado es erróneo, se intenta una alternativa diferente. Esta metodología para la toma de decisiones se caracteriza por: estar orientada a encontrar soluciones, no se intenta descubrir por qué funciona una solución, únicamente se aspira a lograrla; se dedica a un problema específico, no se trata de generalizar soluciones a otros problemas; se enfoca en encontrar solo una solución, no todas, ni la mejor; necesita de un conocimiento mínimo, ya que se procede en temas de los que el conocimiento en la materia, disciplina o especialidad es bajo o nulo, por ejemplo en una investigación científica; y se trata de una metodología costosa ya que se requieren diversos medios para realizarse, pero no siempre se llega a un resultado positivo.

En cualquier momento de decisión, lo mejor que puedes hacer es lo correcto, la mejor cosa siguiente es lo incorrecto y lo peor que puedes hacer es nada. Theodore Roosevelt

Test A/B: es utilizado en el ámbito del marketing para realizar experimentos aleatorios con dos variantes, A y B, siendo una la de control y la otra la variante. Cuando se realizan experimentos con más de dos variantes se suele denominar split test. En el campo del diseño web, especialmente cuando se diseñan experiencias de usuario, el objetivo es identificar los cambios que maximizan un resultado determinado, como puede ser la proporción de clics que recibe un banner publicitario. En el proceso se comparan dos versiones (A y B), que son idénticas salvo por una variación que puede afectar al comportamiento del usuario. La versión A puede ser la que se esté utilizando en un momento determinado (control), mientras que la versión B se modifica en algún aspecto concreto (variante). En un ecommerce se suelen hacer test A/B ya que mejoras marginales en la tasa de abandono, pueden implicar incrementos significativos en las ventas. Igualmente, se pueden observar mejoras cuando se modifican elementos como el texto, la disposición de elementos, imágenes y colores. Los test A/B, muy utilizados en investigación científica, pueden suponer también un cambio en la estrategia de la administración de empresas, por ejemplo, dentro de metodologías como el Lean Startup, que acercan este campo al amplio movimiento de las prácticas de diseño basadas en evidencias. De mismo modo que esta técnica es utilizada en aspectos de diseño y marketing, se puede trasladar a la toma de decisiones en otros ámbitos como el diseño del modelo de negocio o la estrategia de expansión de un negocio.

Coste de oportunidad: se trata de la repercusión de aquello que se desecha tras haber tomado una decisión. Uno de los costes de cualquier decisión implica dejar pasar las oportunidades de otra opción diferente. Este coste también es conocido como el valor de la mejor opción no realizada y es aquello a lo que renunciamos cuando tomamos una decisión económica, ya que se basa en el principio de la rentabilidad esperada. El coste de oportunidad entra en un mundo de limitados recursos y de muchas oportunidades disponibles. Parte de que los agentes económicos racionales basan sus decisiones en base al coste o privación de recursos para conseguir la mayor rentabilidad. El coste de oportunidad nace y muere en la propia economía, ya que perdería su esencia si los recursos no fuesen limitados. El coste de oportunidad en muchas ocasiones es objetivo, sobre todo en el mundo empresarial, pero en otras muchas ocasiones está lleno de subjetividad, como en el caso de la política económica y las decisiones personales, dependiendo de quién hace el análisis porque entramos en juicios de valor. Por lo tanto a la hora de evaluar el coste de oportunidad es importante tener presentes cuales son los objetivos que se quieren maximizar, y el valor que tiene para nosotros aquello que dejamos de ganar. Cualquier inversión lleva asociado un coste de oportunidad, que consiste en la rentabilidad que se hubiese obtenido de haber elegido la mejor alternativa posible.

Inteligencia colectiva o sabiduría de las masas: se trata de una forma de inteligencia que surge de la colaboración y concurso de muchos individuos, generalmente de una misma especie. Hoy es un término generalizado de la sociedad del conocimiento, por ejemplo en lo que se refiere a los modelos de negocio digitales denominados como consumo colaborativo o economía colaborativa. Este fenómeno aparece en una amplia variedad de formas de toma de decisiones consensuada por ejemplo en bacterias, animales como las abejas y las hormigas, seres humanos y sistemas informáticos. De esta forma se puede definir la inteligencia colectiva como la capacidad de las comunidades humanas de evolucionar hacia un orden de una complejidad y armonía mayor, tanto por medio de mecanismos de innovación, como de diferenciación e integración, competencia y colaboración.

Si siempre tomas la decisión correcta, la segura, la que toma todo el mundo, siempre serás lo mismo que todos los demás. Paul Arden, autor del libro «Usted puede ser lo bueno que quiera ser»

La matriz de decisión

Entre las herramienta utilizadas para la toma de decisiones destaca especialmente la matriz de decisiones que permite definir la lógica o reglas que se han de seguir para determinar el resultado de una evaluación. Cuando se ejecuta una valoración, se genera una decisión para cada factor, para el que se proporcionan respuestas. La matriz de decisión tiene preguntas, valores de respuesta correspondientes, resultados, puntuaciones y combinaciones de respuestas para los resultados. La matriz de decisión se puede considerar una tabla que tiene filas y subfilas, columnas y subcolumnas. Cada fila de la matriz representa una pregunta; cada subfila representa una respuesta; cada columna representa un resultado potencial; cada subcolumna representa una combinación de respuestas que conducen a un resultado. Una matriz de decisión puede tener un solo resultado, varios resultados y/o una calificación basada en un mecanismo de puntuación para cada respuesta. Se pueden crear más de una matriz de decisión, en función del número de factores que se ha de evaluar

Cuando realizamos una matriz de decisión existen diferentes criterios para tomar una decisión en situación de incertidumbre: criterio optimista o maxi-max, es el que elegiría una persona que pensase que fuese cual fuese la estrategia que eligiera, siempre se le presentaría el estado de la naturaleza más favorable, por ello elegiría la estrategia que presentase el mejor resultado; criterio pesimista o de Wald, lo elegiría una persona que creyera que una vez elegida una estrategia, se le presentaría el estado de la naturaleza más desfavorable, en este caso se podría escoger el valor máximo entre los mínimos (criterio maxi-max), o el valor mínimo entre los máximos (criterio mini-max); criterio de Laplace, en el que al no conocerse las probabilidades de cada uno de los estados de la naturaleza, se asigna a cada uno la misma probabilidad y a continuación se calcula el valor monetario esperado de cada estrategia, y se elige la que ofrezca un valor más alto; criterio de Hurwicz, en el que se consideran sólo los valores máximos y mínimos de cada estrategia, ya que se suma el mejor resultado de cada estrategia ponderado con el coeficiente de optimismo (a), con el peor resultado de cada estrategia ponderado con el coeficiente de pesimismo (1-a), siendo el coeficiente de optimismo subjetivo en la medida en que lo decide la persona que toma las decisiones; y el criterio de Savage, que lo utilizarían las personas que tienen miedo a equivocarse, por ello se crea una nueva matriz de desenlaces en términos de coste de oportunidad, sustituyendo los valores anteriores o resultados por los perjuicios resultantes de no haber elegido la mejor estrategia, por lo que este criterio muestra lo que se deja de ganar por escoger una estrategia equivocada.

Cuando se toma una decisión en condiciones de riesgo significa que se conoce la probabilidad que existe de que suceda cada uno de los estados de la naturaleza. Por ello, para decidir la alternativa más beneficiosa se calcula el valor monetario esperado de cada una para finalmente elegir el máximo valor. En cambio, cuando se toma una decisión en condiciones de incertidumbre se desconoce la probabilidad de que suceda cada uno de los posibles estados de la naturaleza. Por este motivo, en este caso la decisión depende de la persona que deba tomarla y de su actitud ante el riesgo.

La paradoja de la elección, por qué menos es más

El exceso de opciones a la hora de tomar una decisión puede convertirse en parálisis para aquel que tiene que decidir, ya que está comprobado que existe una tendencia a estar menos satisfechos con nuestras decisiones cuantas más alternativas existan. El problema no se encuentra en lo que elegimos sino en todo aquello a lo que renunciamos al hacer una elección concreta. En las sociedades desarrolladas modernas, existen miles de opciones para cada decisión minúscula a tomar. Según un estudio de la Universidad de Cornell, una persona promedio toma 200 decisiones al día, tan sólo en lo que respecta a comida y algunos investigadores han estimado que un adulto toma en total alrededor de 35.000 decisiones conscientes cada día. El problema se deriva del hecho de que contamos con una cantidad finita de energía para tomar decisiones, y el agotamiento de esta energía nos genera, no sólo fatiga, sino una capacidad disminuida para seguir tomando decisiones inteligentes. Es por esto que se producen situaciones curiosas como el hecho de que Mark Zuckerberg viste siempre igual, para ahorrar energía mental en la toma de decisiones de cómo vestir cada día, de forma que puede dedicar esa energía a aspectos más importantes como es su trabajo. Barry Schwartz, profesor de psicología en la Universidad de Swarthmore y autor del libro «La paradoja de la elección», recomienda que, en lugar de dejarnos llevar por la posibilidad de investigar y acumular información interminablemente sobre las posibilidades que están a nuestro alcance, nos limitemos a elegir sólo entre tres opciones, creando así un balance idóneo entre suficiente información y demasiadas opciones. La solución es aprender a trabajar con el concepto de «suficientemente bueno», en lugar de buscar interminablemente la decisión perfecta, ya que en la mayoría de las decisiones que tenemos que tomar día tras día, la diferencia entre la decisión perfecta y la decisión suficientemente buena es infinitesimal e insignificante, hasta el punto que no compensa el tiempo invertido en ponderar las opciones. Esta forma de pensar, que ha sido desarrollada para la toma de decisiones de compra, podríamos aplicarlo de cara a otro tipo de decisiones más relevantes en nuestra vida, como puede ser a nivel profesional, de cara a elegir un proveedor de servicios o a nivel personal a la hora de elegir contratar un seguro de salud.

El método deductivo

El método deductivo es un método científico que considera que la conclusión se halla implícita dentro de las premisas, por lo tanto las conclusiones son una consecuencia necesaria de las premisas. Cuando las premisas resultan verdaderas y el razonamiento deductivo tiene validez, no hay forma de que la conclusión no sea verdadera. El método deductivo logra inferir algo observado a partir de una ley general, lo cual le diferencia del llamado método inductivo, que se basa en la formulación de leyes partiendo de los hechos que se observan. En el ámbito de las matemáticas se puede explicar con un ejemplo: si A es igual a B y B es igual a C, podemos determinar que A y C son iguales.

En el método deductivo el pensamiento va de lo general a lo particular y se hace uso de una serie de herramientas que permitan conseguir los objetivos propuestos de llegar al punto requerido. Para el desarrollo de este método se suelen utilizar resúmenes, que permiten concentrarse de manera clara y concisa en lo esencial de un asunto. También se pueden utilizar la síntesis, la sinopsis, los mapas, los gráficos, los esquemas y las demostraciones, que pueden ayudar a demostrar que un principio o una ley en concreto son verdaderos, y para ello se parte de todas las verdades establecidas así como de las relaciones lógicas.

El método deductivo puede dividirse según resulte directo y de conclusión inmediata, en los casos en los que el juicio se produce a partir de una única premisa sin otras que intervengan, o indirecto y de conclusión mediata, donde la premisa mayor alberga la proposición universal, mientras que la menor incluye la proposición particular y la conclusión, por lo tanto, es el resultante de la comparación entre ambas. En todos los casos, los investigadores que apelan al método deductivo empiezan su trabajo planteando supuestos, que deben ser coherentes entre sí y que se limitan a incorporar las características principales de los fenómenos. El trabajo sigue con un procedimiento de deducción lógica que finaliza en el enunciado de las leyes de carácter general.

Análisis predictivo

El análisis predictivo agrupa una variedad de técnicas estadísticas de modelización, aprendizaje automático y minería de datos que analiza los datos actuales e históricos reales para hacer predicciones acerca del futuro o acontecimientos no conocidos. En el ámbito de los negocios los modelos predictivos extraen patrones de los datos históricos y transaccionales para identificar riesgos y oportunidades. Los modelos predictivos identifican relaciones entre diferentes factores, que permiten valorar riesgos o probabilidades asociadas sobre la base de un conjunto de condiciones, guiando las decisiones de quienes dirigen las organizaciones. El análisis predictivo proporciona una puntuación o probabilidad para cada sujeto de análisis, que en una empresa pueden ser los clientes, los empleados, o los productos, con el objetivo de determinar, informar o crear procesos en la organización en los que participen un gran número de sujetos, tal y como suele ocurrir en ámbitos como el marketing, la evaluación de riesgo de crédito o la detección de fraudes.

Automatizar la toma de decisiones utilizando Contratos Inteligentes

A menudo cualquier decisión, incluso la decisión incorrecta, es mejor que ninguna decisión. Ben Horowitz, socio del fondo de venture capital Andreessen Horowitz

Muchas de las acciones que realizamos las personas a lo largo del día las hacemos de forma inconsciente, fruto de la automatización a la que nos ha llevado la costumbre a lo largo del tiempo, es lo que llamamos rutina. Por ejemplo lavarnos los dientes o conducir hasta el trabajo, no requiere pensar para realizar esa acción, por lo que ahorra energía y la mente puede estar distraída pensando en otros aspectos que puedan resultar más relevantes para la persona. En las empresas esto no sucede y muchas veces los profesionales tampoco podemos permitirnos el lujo de dejar de pensar para cada pequeña acción o decisión que tenemos que tomar en el día a día. Pero pronto la inteligencia artificial vendrá en nuestro socorro y ahora ya encontramos pequeños destellos de cómo será la vida en ese momento, por desarrollos que se están realizando por ejemplo a la hora de la escritura de correos electrónicos por medio de respuestas automatizadas.

Las decisiones programadas se toman de acuerdo con políticas, procedimientos o reglas escritas o no escritas, que facilitan la toma de decisiones en situaciones recurrentes, porque limitan o excluyen otras opciones. Por ejemplo, los gerentes de una fábrica no tienen que preocuparse por el rango salarial de un empleado recién contratado porque suele existir una escala de salarios para todos los puestos. De esta forma se establecen procedimientos rutinarios para tratar problemas rutinarios. En cierta medida, las decisiones programadas limitan nuestra libertad, porque la persona tiene menos espacio para decidir qué hacer, pero sin embargo, el propósito real de las decisiones programadas es liberarnos, ya que las políticas, las reglas o los procedimientos que usamos para tomar decisiones programadas nos ahorran tiempo, permitiéndonos con ello dedicar atención a otras actividades más importantes.

En este punto es donde vale la pena tener en cuenta los denominados Contratos Inteligentes o Smart Contracts, que se han desarrollado sobre la Cadena de Bloques o Blockchain, a través del proyecto Ethereum. Gracias a estos contratos podemos automatizar la toma de decisiones en todo tipo de ámbitos de gestión de las empresas, tanto a nivel interno como en su actividad de negocio, por ejemplo en la relación con clientes o proveedores.

Para entender el potencial de los smart contracts tenemos que pensar que los contratos convencionales son un acuerdo entre dos o más partes, un entorno donde se define lo que se puede hacer, cómo se puede hacer, qué pasa si algo no se hace, lo que se convierte en una serie reglas de juego que permite, a todas las partes que lo aceptan, entender en qué va a consistir la interacción que van a realizar. Hasta ahora los contratos han sido documentos verbales o caros documentos escritos, por tener que ser redactados por abogados y depositados en un notario, sujetos a las leyes y jurisdicciones territoriales, cuyos contenidos pueden estar sujetos a la interpretación. Sin embargo ahora contamos con los contratos inteligentes, que son capaces de ejecutarse y hacerse cumplir por sí mismo, de manera autónoma y automática, sin intermediarios ni mediadores. De esta forma se evita el lastre de la interpretación que tantos problemas ocasiona en el mundo de los negocios.

Los smart contracts son códigos escritos con lenguajes de programación, siendo los términos del contrato puras sentencias y comandos en el código que lo forma, que pueden ser creados por personas físicas o jurídicas, pero también por máquinas u otros programas que funcionan de manera autónoma. De esta forma un smart contract tiene validez, sin depender de autoridades, debido a su naturaleza: es un código visible por todos y que no se puede cambiar al existir sobre la tecnología blockchain, la cual le da ese carácter descentralizado, inmutable y transparente.

Como podéis deducir en base a lo que acabamos de comentar, los contratos inteligentes nos van a ahorrar un montón de tiempo, dinero y problemas en el proceso posterior a la toma de decisiones, ya que permiten automatizar la ejecución de todo lo que sucede una vez hemos tomado una decisión y evita que podamos cambiar de opinión de forma injustificada, ya sea por miedo o pereza, entre otras cosas. De esta forma en el futuro las personas y empresas dedicaremos mucho más tiempo al proceso de toma de decisiones, que quedará escrito sobre contratos inteligentes, de cara a su ejecución, lo cual ayudará a mejorar enormemente multitud de situaciones, ya que ahora la mayoría de decisiones las tomamos «a lo loco», lo que obliga a tener que dedicar muchísimo más tiempo del que sería necesario al proceso de ejecución.

Una vez tomas una decisión, el universo entero conspira para hacer que ocurra. Ralph Waldo Emerson

Mercados de predicciones

“La habilidad de grupos de personas para hacer predicciones es una potente herramienta de investigación que debería liberarse de innecesarias restricciones gubernamentales” Artículo publicado en la revista Science en 2008 y avalado por los premios Nobel de economía Kenneth J. Arrow, Thomas C. Schelling, Robert Shiller y Vernon L Smith.

Los mercados de predicciones son espacios donde cotizan contratos que se comprometen a pagar una cantidad en función del resultado de eventos que se consideran inciertos. Existe una evidencia empírica que demuestra que estos mercados ayudan a producir predicciones de eventos con un margen de error menor que los métodos habituales de predicción. Un ejemplo son los precios cotizados en mercados de predicción que pueden ayudar a mejorar las predicciones de los resultados electorales, la predicción estadística del tiempo que usan las agencias de meteorología o los precios de las materias primas. Los investigadores destacan el potencial de estos mercados para mejorar el proceso de toma de decisiones, aportando aplicaciones prácticas que por ejemplo ayuden a las personas a tomar mejores decisiones de compra o inversión y a las empresas a tomar mejores decisiones en su estrategia de negocio. Los mercados de predicciones reflejan un principio fundamental que subyace en el valor de los precios establecido por un mercado, ya que la información suele estar muy dispersa entre agentes económicos, por lo que resulta deseable tener un mecanismo de agregación de esta información. En los mercados libres esta tarea se realiza de forma adecuada ya que prácticamente todo el mundo puede participar, y la expectativa de un beneficio potencial, o la posible pérdida, crea incentivos para estar mejor informado.

Aún queda mucho por hacer el el desarrollo de los mercados de predicciones y las metodologías que lo sustentan, pero es interesante conocer experiencias concretas que muestran su potencial, como la desarrollada por la empresa de encuestas TIPP Online que realizó una encuesta a los votantes en unas elecciones acerca de quién creían que ganaría, en lugar de preguntar directamente a quién iban a votar. El resultado, durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2004, demostró ser una predicción más exacta y estable que los sondeos de opinión tradicionales. Otro sistema experimental es el proyecto Owise, en el que se pide a los participantes que estimen las probabilidades de una amplia gama de acontecimientos futuros, y recompensa a aquellos que logran resultados precisos con status, títulos y pequeñas recompensas en metálico. Owise actúa como una mente de enjambre o una especie de red neuronal en la que el papel de cada neurona lo representa una persona a cuyas predicciones se asigna un peso basado en el comportamiento previo. Esto es lo que ocurre de manera natural en un mercado de predicciones, en el que aquellos que hacen buenas predicciones obtienen beneficio y aumentan su influencia relativa en el mercado, a costa de aquellos que hacen malas predicciones, .

La toma de decisiones realmente exitosa reside en un equilibrio entre pensamiento deliberado e intuitivo. Malcolm Gladwell, autor del libro «Inteligencia intuitiva: ¿Por qué sabemos la verdad en dos segundos?»

El proyecto el Buen Juicio y los superpronosticadores fue realizado por el psicólogo Philip Tetlock con el objetivo de descubrir el secreto sobre la capacidad de predecir el futuro. Gracias a este estudio se llegó a conclusiones como que una formación básica en razonamiento probabilístico ayuda a producir mejores pronósticos; que los equipos de buenos pronosticadores producen mejores resultados que los buenos pronosticadores que trabajan solos; y que las personas con una mente activa y abierta prosperan como pronosticadores. A algunos participantes del Proyecto del Buen Juicio se les dieron consejos sobre cómo transformar su conocimiento sobre el mundo en un pronóstico probabilístico, gracias a lo cual se comprobó que usar comparaciones relevantes es un buen punto de partida; que  las tendencias históricas pueden ayudar, por lo que se recomienda estudiar la historia; que los expertos no siempre están de acuerdo unos con otros, por lo que se recomienda saber que piensan y escoger un término medio; que cuando las predicciones basadas en modelos matemáticos están disponibles, se deben tener en cuenta; y que existen prejuicios predecibles que también hay que considerar. Finalmente el proyecto del Buen Juicio recomienda no dejar que las esperanzas influyan en las previsiones, por ejemplo, no aferrarse obstinadamente a las previsiones antiguas cuando analicen noticias nuevas, por lo tanto estamos ante un estudio interesante que apoya la utilidad de los mercados de predicción.

Ejemplos de mercados de predicción

Mercado Electrónico de Iowa es el pionero en esta actividad desde su creación en 1988 por parte de profesores de la universidad, con el objetivo de que los estudiantes de la escuela de negocios aprendieran cómo funciona la economía. Desde su creación ha predicho los resultados de las elecciones presidenciales de Estados Unidos con mayor precisión que las encuestas tradicionales el 75 por ciento de las veces

Newsfuture ha sido uno de los mercados de predicción más relevante a lo largo de la historia. Desde su puesta en marcha en el año 2.000 se ha utilizado para realizar predicciones en ámbitos como el deporte, la política y la salud. Tras la experiencia lograda trabajando con importantes empresas y medios de comunicación, cambió su nombre a Hypermind y puso en marcha la empresa Lumenogic para ofrecer una solución de inteligencia colectiva enfocada a la toma de decisiones de equipos directivos.

Hollywood Stock Exchange (HSX) cotiza con dinero virtual la taquilla de los estrenos de cine y de eventos musicales. En este mercado se realizan apuestas sobre los futuros ganadores de los Oscars, y además se preveé el dinero que ganarán las estrellas de Hollywood, lo cual ayuda a las empresas y usuarios a descubrir cuáles serán los posibles títulos de interés. Tras ser comprados por un banco, ha habido intentos de elevarlo a categoría de dinero real, sin éxito por las barreras legales en EEUU.

Futuramarkets es una comunidad en la que los usuarios compiten para lograr ser el mejor predictor de eventos futuros. Al igual que hace un Corredor de Bolsa, el usuario elige un evento dentro de una selección, realiza su predicción sobre su ocurrencia (compra acciones de Sí o NO sucederá) y comienza a cotizar en la bolsa de eventos. Para «apostar» por las predicciones no se utiliza dinero real sino una moneda virtual. El precio de las acciones viene determinado por la suma de las predicciones de todos los usuarios respecto a un evento determinado, de esta forma se les ofrece la oportunidad de convertirse en el mejor inversor, superando incluso las predicciones de los expertos.

Augur es un mercado de predicciones que funciona sobre la Blockchain de Ethereum y utiliza su propia moneda virtual, llamada REP, a través de la cual se están realizando predicciones muy diversas. Muchos de los smart contracts que se van a desarrollar en el futuro para asegurar el funcionamiento de las DAO y las DAS van a apoyar total o parcialmente sus decisiones en los datos que generan los mercados de predicción. Para ello se apoyarán en el Big Data, por su capacidad para extraer datos ocultos y revelar información que no se puede deducir con facilidad. En Augur las predicciones son propuestas directamente por usuarios que esperan la entrada de otros usuarios que acepten los retos de las predicciones.

Como hemos visto en el futuro los mercados de predicciones servirán como uno de los apoyos en la toma de decisiones que se articulen a través de los Smart Contracts. Si un directivo de una empresa tiene que tomar decisiones casi diarias y en muchos de los casos con muy poca información o rodeado de circunstancias personales, que pueden hacer perder perfección al proceso deductivo, la posibilidad de aplicaciones capaces de tomar decisiones, alimentándose de datos del mundo real y realizando análisis por medio de algoritmos previamente consensuados, puede ser una buena opción a tener en cuenta, que de hecho puede llevar a decisiones con mayores posibilidades de éxito. Se tratará de decisiones automatizadas, producto de algoritmos, pero se tendrán en cuenta datos pasados unidos a predicciones futuras, contando con una riqueza de fuentes de información difícilmente igualables. Otro factor a tener en cuenta será la velocidad, ya que un algoritmo ejecuta a una velocidad imposible para el ser humano y además el algoritmo no duerme, por lo que puede tomar decisiones 24 horas al día. 

Resumen

  • Si somos conscientes de que la gente no exitosa toma decisiones basadas en su situación actual y la gente exitosa toma decisiones basadas en donde quieren estar, tenemos un punto de partida para saber cómo afrontar de manera ilusionante el futuro que tenemos por delante.
  • Tomar decisiones es difícil, pero peor es enfrentarse a las consecuencias que implica no tomar decisiones. Como profesionales o emprendedores debemos ver la toma de decisiones como una forma de avanzar en nuestro objetivo vital o de negocio.
  • Debemos desarrollar nuestro propio método para la toma de decisiones, como un compendio de las metodologías que hemos conocido en este artículo y teniendo una estrategia que permita maximizar las oportunidades que supone la toma decisiones, minimizando a su vez el impacto de los errores cometidos en el proceso.
  • Gracias a tecnologías exponenciales como el Big Data, la Inteligencia Artificial, los mercados de predicciones, Blockchain y los Smart Contracts, ahora contamos con mejores herramientas para la toma de decisiones, que nos permiten desarrollar mejores estrategias aumentando las posibilidades de éxito de las mismas.
  • Simplifica y vencerás, porque a lo largo de este artículo hemos visto como lo importante es tomar decisiones para avanzar en nuestros proyectos, por eso si logramos simplificar el proceso de toma de decisiones y la posterior ejecución de la estrategia decidida, estaremos cada vez más cerca de lograr nuestros objetivos.

El mayor riesgo es no correr ningún riesgo. En un mundo que cambia muy rápidamente, la única estrategia que garantiza fallar es no correr riesgos. Mark Zuckerberg

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