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Transformación digital obligatoria

Las tecnologías exponenciales están acelerando la evolución de la sociedad y los negocios a una ritmo sin precedentes. Estamos llegando a una situación en la que a la gran mayoría de las empresas le va a resultar imposible sobrevivir, si no son capaces de innovar de manera rápida y sostenida. Veamos algunos ejemplos para entender bien la situación a la que nos referimos.

GoPro es una empresa tecnológica fundada por Nick Woodman en 2002 para comercializar un invento que ha cambiado la forma en la que se realizan fotos y vídeos de actividades deportivas. En 2014 la empresa comenzó a cotizar en el NASDAQ, logrando una importante revalorización de sus acciones, que la llevaron a una valoración superior a los 9.000 millones de dólares. Tan solo dos años más tarde la cotización se había desplomado y su valoración actual no alcanza los 1.500 millones de dólares.
gopro

En el caso de GoPro no podemos hablar aún de fracaso, pero sí que es interesante destacar cómo se trata de una empresa que no ha sido capaz de evolucionar como negocio. Esto le está pasando factura a nivel de ventas, por la fuerte competencia que ha surgido para su tipo de producto en los últimos años y por no haber sido capaz de sacar al mercado nuevos productos, que le diesen el relevo a su exitosa cámara deportiva. Igualmente el intento que ha realizado al sacar al mercado un dron, no ha tenido el éxito esperado, por lo que la empresa se encuentra en una situación complicada respecto a sus perspectivas de futuro.

Lo que acabamos de relatar es bastante habitual en el mundo de los negocios, pero lo que no es tan normal es que se produzca en un periodo de tiempo tan corto. Si nos fijamos por ejemplo en una empresa del mismo sector, pero que desarrolló su actividad en una época donde los cambios se producían a una menor velocidad, encontramos el caso de Kodak que pudo mantener su negocio de equipos y suministros fotográficos durante más de 100 años, hasta el momento en el que no supo hacer frente a la revolución que supuso la fotografía digital y vio cómo su modelo de negocio basado en la venta de carretes de fotos se había hundido. Lo curioso de este caso es que la primera cámara digital de la historia se inventó en un laboratorio de Kodak en el año 1975, pero la empresa no dio suficiente importancia a esta invención y decidió dar prioridad a su negocio de fotografía analógica hasta que entró en concurso de acreedores en el año 2012.

Situaciones similares han sido vividas recientemente por otras empresas en el mundo de la electrónica, como son los casos de Blackberry que tras haber liderado el mercado de los smartphones no supo hacer frente a la gran competencia que supuso el iPhone, del mismo modo que le ocurrió a Nokia, otra empresa centenaria que había logrado ser líder en el ámbito de las telecomunicaciones analógicas, pero que no fue capaz de replicar su éxito en el entorno digital.

Lo curioso de este fenómeno, en el que las empresas se ven obligadas a reinventarse cada pocos años, es que no sucede únicamente entre los negocios anteriores a la era digital, sino que en lo que se refiere a negocios digitales la situación se produce incluso con mayor intensidad. De esta forma encontramos como en apenas 20 años de uso de Internet, en lo que a portales, buscadores o redes sociales se refiere, hemos visto aparecer y desaparecer miles de empresas, algunas de las cuales han llegado a tener negocios muy relevantes, pero ahora atraviesan momentos en los que existen muchas incertidumbres para su futuro. Aquí es donde encontramos casos tan importantes como el de Yahoo, que podría haber llegado a ser una empresa tan relevante como Google o Amazon, pero que ahora ocupa ya un papel secundario en la industria tecnológica, o el caso de Groupon, que llegó a ser uno de los grandes del comercio electrónico a nivel global, logrando una valoración como empresa de 17.000 millones de dólares en 2011, mientras que ahora su valoración apenas alcanza los 2.000 millones.

Como conclusión podemos extraer que en la era digital cada vez resulta más complicado mantenerse en la cresta de la ola y que esta situación va a ir en aumento, a la vista de los ejemplos que acabamos de mostrar, con empresas a las que cada vez les cuesta más mantener sus modelos de negocio a pleno rendimiento.

Pero ante este panorama existen excepciones que vale la pena mencionar, como ejemplo de cómo contar con una dinámica de procesos de innovación contínua e innovación abierta, permite crear negocios sostenibles que no pierdan valor con el paso de los años. Aquí podemos hablar de organizaciones como IBM, que puede ser uno de los mejores ejemplos de empresa que es capaz de reinventarse cada cierto tiempo y en la que vemos que en estos momentos está haciendo una apuesta muy importante por tecnologías como el Cloud Computing y la Inteligencia Artificial, que seguramente le reportará importantes beneficios en el futuro. Aquí también podríamos hablar de otras grandes empresas como Microsoft, pero sobre todo hay que reconocer el mérito de las empresas Google y Amazon como ejemplos de capacidad de reinvención en periodos muy cortos de tiempo, lo cual les mantiene como líderes de la industria tecnológica.

En el caso de Google estamos ante un ejemplo de libro de lo que significa la innovación abierta, con situaciones muy representativas como la compra en 2003 de la empresa de web semántica Applied Semantics, que le permitió desarrollar la tecnología de publicidad contextual que ha sido la base de su exitoso modelo de negocio publicitario llamado Google Adwords. También la más reciente compra de la empresa de aprendizaje profundo Deep Mind, que le está permitiendo adentrarse en el mundo de la Inteligencia Artificial, para afrontar retos internos como la eficiencia de sus infraestructuras tecnológicas y posteriormente desarrollar lo que puede ser el relevo a su buscador en forma de asistente virtual inteligente.

Por otro lado el caso de Amazon es un ejemplo muy representativo de innovación continua, tanto en su modelo de negocio de comercio electrónico, donde cada año lanza nuevos servicios que dejan al resto del mercado sin margen de maniobra, como han sido a lo largo de la historia las tecnologías de recomendación, su programa de afiliación, las entregas en 24 horas, la venta de productos frescos o el reparto mediante drones, además del desarrollo de productos fuera del negocio del comercio electrónico y donde también ha logrado un considerable éxito, como ha sido el libro electrónico Kindle y la plataforma de cloud computing Amazon S3, llegando ahora a un momento en el que puede suceder algo similar con Amazon Echo, su asistente virtual para el hogar basado en Inteligencia Artificial.

Quizás en este mismo grupo de empresas que son capaces de reinventar sus modelos de negocio cada muy pocos años podamos meter pronto a otras como Facebook, aunque en este caso debido a su corta trayectoria vemos como aún sigue explotando en todo su potencial su propuesta de valor inicial. Pero lo que debe quedar claro es que en la era digital toda empresa debe ser capaz de reinventarse cada pocos años y que con el paso del tiempo veremos cómo las startups que ahora son protagonistas del mundo tecnológico, como Uber, Airbnb, Dropbox o Snapchat, tendrán que seguir ejemplos como los de Google y Amazon si quieren mantener su éxito a nivel de negocio.

Llegados a este punto tenemos que fijarnos en las empresas tradicionales, porque si a las tecnológicas les afecta esta situación, mucho más aún le afecta a aquellas industrias que no cuentan con el gen digital en su ADN. De esta forma la transformación digital se ha convertido en la prioridad para muchas empresas de todo tipo de sectores, pero pocas saben cómo afrontar este gran reto y lo más probable es que la mayoría de ellas no sean capaces de salir vivas de este proceso de transformación.

Para transformarse digitalmente hay que ser capaz de pensar digitalmente

Uno de las mejores formas de entender la importancia de pensar de forma digital, para tener éxito en la transformación de una empresa, es fijarnos en el trabajo que está desarrollando Elon Musk en sus empresas Tesla y SpaceX, a través de las cuales está siendo capaz de revolucionar dos sectores tan relevantes como son la industria del automóvil y la industria espacial. Para ello está desarrollando todas las destrezas adquiridas al frente de la empresa más importante de la historia en lo que a pagos por Internet se refiere y ahora traslada todo ese aprendizaje a industrias tradicionales, para desarrollar nuevos negocios pensados digitalmente. En concreto en lo que a la industria espacial se refiere la propuesta realizada por SpaceX demuestra cómo se puede llegar a desarrollar un negocio sobre una actividad que anteriormente únicamente podía realizarse de manera subvencionada por los gobiernos. Cuando en el año 2002 Elon Musk decidió dedicar a crear SpaceX una parte importante de los beneficios que había recibido por la venta de Paypal a Ebay, muchos analistas financieros pensaban que estaba loco, que en la industria espacial era imposible ganar dinero y que los 120 millones de dólares invertidos no servirían para desarrollar un modelo de negocio sostenible para la empresa. Pero se equivocaron. En 2006 SpaceX anunció que había ganado un concurso de la NASA para la realización de servicios comerciales de transporte orbital para la entrega de carga y posible transporte de tripulantes a la Estación Espacial Internacional. Si esto fue posible es porque Elon Musk tuvo la capacidad de pensar en los problemas de la industria espacial y trabajar para resolverlos, desde un punto de la eficiencia y la escalabilidad, tal y como se conciben las empresas digitales, hasta el punto de ser capaz de desarrollar tecnología espacial con una mayor calidad, seguridad y menor coste. En este proceso la empresa ha sido capaz de desarrollar tecnología que va a cambiar por completo la forma en la que se afronta la exploración espacial, gracias a los cohetes reutilizables desarrollados por SpaceX la industria espacial va a adquirir la capacidad de funcionar de manera exponencial. De esta forma cada año se va a reducir significativamente el coste de desarrollo de la tecnología utilizada y va a aumentar su utilidad, como ha sucedido con las tecnologías informáticas.

Ahora bien, para que una historia como la de SpaceX esté resultando un éxito, ha sido determinante la forma de pensar del propio fundador de la empresa, que claramente tiene ese gen digital en su ADN, del que hemos hablado anteriormente. Por lo tanto aquellas empresas que quieran transformarse digitalmente, para afrontar los retos que les depara el futuro, deberían considerar seriamente contar con personas capaces de liderar esta transformación, de una forma muy diferente a cómo lo habrían planteado los directivos de las empresas en el siglo pasado, porque con Internet todo ha cambiado.

Los próximos treinta años tienen una importancia crítica para el mundo. Cada revolución tecnológica lleva alrededor de 50 años. Durante los últimos 20 años hemos sido testigos del crecimiento de gigantes de la tecnología como eBay, Facebook, Alibaba y Google. Ahora debemos concentrarnos en lo siguiente. Los próximos 30 años debemos dedicarnos a controlar las implicaciones de esta tecnología. Lo más importante es hacer que la tecnología sea inclusiva. Luego, debemos prestar atención a quienes tienen hoy 30 años de edad, porque ellos son la generación de Internet. Ellos cambiarán el mundo, ellos son los constructores del mundo que viene. Finalmente debemos prestar atención a las compañías que tienen menos de 30 empleados. En resumen los próximos 30 años, 30 años de edad y 30 empleados, si nos concentramos en estas tres tendencias podremos hacer que el mundo sea mucho mejor. Jack Ma, fundador de Alibaba

La transformación digital comienza por las personas

Es curioso que si estamos hablando sobre cómo la tecnología está cambiando el mundo de los negocios empecemos por destacar el papel que las personas van a jugar en este proceso. Más aún teniendo en cuenta que la tendencia va claramente encaminada a que sea la tecnología la que sustituya a las personas, en muchos de los trabajos que ahora realizan en las empresas. Pero donde la tecnología no va a sustituir a las personas, al menos durante mucho tiempo, es en aquellas responsabilidades en las que sea necesario el liderazgo y la iniciativa, en aquellos puestos de relevancia dentro de la empresa que precisamente serán los responsables de la transformación digital de la que estamos hablando.

Desde el auge de las redes sociales, a finales de la década pasada, hemos visto cómo muchas empresas insistían a sus directivos para que tomasen un papel activo en estas redes, especialmente en Twitter, que cuenta con el funcionamiento más adecuado para fomentar una actividad de comunicación con la audiencia y divulgar la actividad de una empresa. Durante este tiempo han sido muchos los directivos de grandes empresas que se han lanzado a utilizar estos canales dentro de su estrategia de comunicación y desarrollo de su marca personal, pero pocos realmente han conseguido el «engagement» buscado. Esto es así porque lo han tomado como una estrategia de la que obtener un beneficio inmediato, en lugar de considerarlo como una oportunidad para aportar valor a la comunidad, que posteriormente puede repercutir en un beneficio a nivel personal o para la empresa. En este punto tenemos que volver a fijarnos en la figura de Elon Musk, como un ejemplo de cómo enfocar la estrategia de un directivo de una empresa que realmente está concebida de manera digital. Aunque las comparativas son odiosas, en este caso nos sirven para entender bien la situación si nos fijamos en cómo son la cuenta de Twitter del CEO de Tesla y SpaceX respecto de las cuentas en redes sociales de otros CEO’s de grandes empresas, especialmente aquellas de la economía tradicional, que se limitan a publicar exclusivamente noticias de los medios o están mantenidas por un community manager, que se limita a gestionar de manera aséptica un canal del que se desaprovecha todo el potencial que ofrece para interactuar con la audiencia y obtener feedback con el que poder mejorar.

De esta forma las redes sociales se han convertido en un buen termómetro para diferenciar entre aquellas empresas que simplemente se están digitalizando, de aquellas que han tomado la decisión de transformarse digitalmente. Las que se están digitalizando aprovechan los recursos digitales para hacer un lavado de cara a sus estrategias y estructuras, pero no están dispuestas a hacer los cambios necesarios para afrontar los grandes retos que presenta el futuro. Entre estos retos encontramos nuevamente a las personas como principales protagonistas, ya que la mayoría de las empresas de la economía tradicional se van a tener que enfrentar en los próximos años al problema que supone el cambio radical en los intereses y necesidades de su público objetivo, que dejarán de ser aquellas personas que crecieron bajo la influencia de la televisión y pasan a ser ahora las que utilizan Internet como principal fuente de información, comunicación, relaciones sociales e incluso forma de trabajo.

Sectores de la economía donde se hace más acuciante la transformación digital

Tras los primeros años de desarrollo de Internet, en el que los cambios de gustos y hábitos de las personas ha propiciado profundas modificaciones en sectores de la economía como la música, el ocio y el turismo, llega ahora el turno de otros sectores que de alguna forma han sido capaces de mantener su hegemonía, sin tener que afrontar demasiados cambios en su funcionamiento.

En el caso del sector financiero, donde los bancos y aseguradoras apenas han visto importantes cambios en sus modelos de negocio en los últimos años, tan solo han tenido que afrontar un proceso de digitalización, como comenzar a ofrecer sus servicios a través de la red, es ahora cuando llega el momento de afrontar ese proceso de digitalización, porque los modelos de negocio están cambiando para convertirse exclusivamente en digitales. Crowdlending, Crowdfunding, Bitcoin/Blockchain y todo lo que tiene que ver con la economía colaborativa, suponen un cambio tan grande a nivel de funcionamiento de este sector que a las empresas que ahora lo controlan no les va a quedar otro remedio que cambiar la estrategia si quieren mantener su liderazgo en los próximos años. Pero la pregunta es si tal y cómo están organizadas estas empresas, donde la burocracia y la jerarquía supone un importante lastre a la hora de innovar, es posible afrontar los procesos de transformación digital realmente necesarios, o se estará haciendo únicamente un ejercicio de maquillaje que desembocará irremediablemente en la pérdida de relevancia de estos negocios a nivel global.

Las famosas fintech, o startups que desarrollan nuevos modelos de negocio digitales en el sector financiero, están sirviendo como acicate para que los bancos y las aseguradoras se esfuercen en adaptarse a esos nuevos modelos de negocio, al igual que hace 20 años tuvieron que adaptar su operativa para que sus clientes pudiesen manejar el dinero a través de Internet. Ahora nos encontramos ante retos aún mayores, porque los clientes ya no se conforman con poder manejar su dinero de forma online, sino que buscan alternativas a nivel de ahorro o medios de pago, que las empresas tradicionales no les pueden ofrecer. Por eso algunas de las empresas que ahora lideran el sector financiero han optado por un proceso de innovación abierta, incorporando a sus estructuras a emprendedores y startups que aportan las nuevas ideas que el mercado está demandando. De esta forma encontramos con que por ejemplo los grandes bancos, como BBVA y Santander en España, cuentan con vehículos de inversión especializados en startups de fintech, lo cual les reporta el aire fresco que estas empresas necesitan para seguir funcionando en la economía digital. Del mismo modo a nivel de tecnología estamos viendo como la gran parte de la banca ha sido consciente de que sus tecnología e infraestructuras tecnológicas estaban quedando obsoletas, por lo que están afrontando el reto que supone comenzar a utilizar una tecnología mucho más evolucionada como es Blockchain.

Si queremos mencionar alguna iniciativa concreta que nos sirva como ejemplo de estrategia en pro de la transformación digital por parte de una de las grandes empresas del sector financiero, podemos fijarnos en el proyecto BBVA API Market que forma parte de su apuesta por las las plataformas abiertas y la colaboración con otras empresas, que puedan desarrollar sobre su infraestructura nuevas líneas de negocio, abrir nuevos servicios o simplemente mejorar la experiencia de sus usuarios. En estos momentos a través de esta plataforma las empresas pueden acceder a servicios como la recuperación de datos del perfil de los usuarios autenticados para mejorar el engagement, acceder a los datos principales de una cuenta de aquellos usuarios preautorizados, usar datos de tarjetas de usuarios que hayan autorizado su uso para poder mejorar el potencial del comercio y poder realizar transferencias a usuarios preautorizados.

Sin duda desarrollar una estrategia de apertura y colaboración es una de las mejores formas de afrontar la transformación digital por parte de una empresa. Empresas que ya son referentes por estar concebidas de forma digital también han optado por esta estrategia. Para ver algún ejemplo debemos fijarnos en cómo los líderes en Internet han decidido colaborar para desarrollar el próximo gran reto al que se enfrentan, que es la aplicación de los avances en Inteligencia Artificial de cara a desarrollar los que serán sus próximos productos (asistentes personales inteligentes, chatbots, coches autónomos, …) y para ello han puesto en marcha la iniciativa Partnership on AI, donde se encuentran Google, Facebook, Microsoft, Apple, IBM y Amazon, junto con OpenAI, fundada por personajes muy relevantes de la industria tecnológica como Elon Musk, Reid Hoffman, Sam Altman y Peter Thiel.

Otro ejemplo de cómo el sector financiero puede aprovechar el gran potencial que ofrece la tecnología para mejorar en sus procesos de negocio es la iniciativa Mi Comercio que ha desarrollado el banco Santander como una herramienta de Big Data dirigida a los pequeños comercios que utilizan su TPV y gracias a la cual podrán obtener información sobre los hábitos de consumo, las preferencias de sus clientes y de su competencia. La aplicación ofrece gráficos y estadísticas de cada negocio como facturación, transacciones o consumo medio y analiza el comportamiento de los clientes con información segmentada como recurrencia, fidelidad, edad, perfil social o nivel de renta, entre otros.

Los Restaurantes de comida rápida como McDonals también son un buen ejemplo de la importancia de la digitalización en el mundo de los negocios, de esta forma si somos clientes habremos podido comprobar cómo algo tan básico, como pedir la comida por medio de las pantallas táctiles, está logrando muy buena acogida por parte de los usuarios, lo que llevará seguramente a que poco a poco se acabe implantando como el formato principal de atención al público. Posteriormente le llegará a la cocina el turno de la digitalización, para lo cual la empresa ya ha comenzado a realizar pruebas con distintos tipos de robots. Y finalmente veremos también cómo el reparto de comida a domicilio se realiza por medio de robots y drones, algo que ya han comenzado a experimentar empresas de este sector como Just Eat. Cuando este momento llegue, y no pasarán muchos años, encontraremos un nuevo modelo de restaurante de comida rápida, donde el trabajo a destajo que ahora tienen que hacer muchas de las personas que en ellos trabajan, es sustituido por máquinas, que realizan el mismo trabajo de una forma más eficiente gracias a la aplicación de tecnologías como el Big Data y la Inteligencia Artificial para la optimización de stocks, ingredientes, tiempo de servicio, … Entonces las personas serán las responsables de supervisar que todo funcione correctamente y realizar una atención al cliente más personalizada, que ayude a mejorar la experiencia del servicio. La misma situación la veremos con el tiempo en otro tipo de establecimientos de atención al público, como pueden ser los supermercados, un tipo de negocio en el que ya ha puesto su atención Amazon y donde promete aplicar la misma estrategia de digitalización que está realizando en los ámbitos del comercio y la logística.

La prensa y los medios de comunicación es otro sector en el que descubrimos la importancia que tiene contar con ADN digital a la hora de concebir y dirigir los negocios. En este sentido podemos fijarnos en el caso del periódico The Washington Post que tras encontrarse en una profunda crisis a nivel económico y de audiencia, ha remontado el vuelo muy poco tiempo después de haber sido comprado por Jeff Bezos. Gracias al proceso de transformación afrontado en el periódico, con la guía del fundador de Amazon, se ha logrado que durante 2016 los visitantes únicos mensuales superarsen los 100 millones solo en EEUU, además de otros 30 millones en el resto del mundo, lo cual supone un aumento de casi un 50% respecto a 2015. Además los ingresos por suscripciones digitales se han duplicado en el mismo periodo, con un aumento en el número de nuevos abonados del 75%. El equipo de ventas supo monetizar este crecimiento de la audiencia con la creación de nuevos productos y una mejora en la calidad de los anuncios, lo cual ha permitido tener un crecimiento de la publicidad digital de más del 40%. De esta forma mientras otros medios tradicionales siguen en plena crisis y están reduciendo su plantilla, la redacción del Post se plantea reforzar su unidad de investigación y el personal que trabaja en alertas y newsletters, además de ampliar su sección de vídeo, las noticias de última hora o los podcasts. Un ejemplo del papel que ha jugado la tecnología en este resurgir del periódico ha sido el el lanzamiento de Arc Publishing, una moderna plataforma de edición diseñada para satisfacer las necesidades de los medios de información más importantes del mundo.

Hasta aquí hemos visto ejemplos de industrias que se encuentran en pleno proceso de transformación digital, en concreto hemos podido conocer iniciativas en el mundo de la banca, la restauración y los medios de comunicación, pero son muchos más los sectores que deben afrontar procesos de este tipo para poder sobrevivir a los grandes cambios que se están produciendo con la economía digital.

Conclusiones

La transformación digital de las empresas comienza por las personas. Si los trabajadores y directivos de las empresas no son capaces de reciclarse, para convertirse en profesionales digitales, pronto verán cómo su puesto de trabajo es sustituido por una máquina, o cómo la empresa para la que trabajan ha dejado de existir, porque no ha sido capaz de adaptarse a los procesos de cambio tan radicales que se están produciendo en el mercado.

La transformación digital obliga a las empresas a poner a los clientes como prioridad. Si algo destaca de la popularización de Internet es cómo las personas han tomado el control de la comunicación y la información, gracias a herramientas como los blogs, los wikis y las redes sociales, dejando a empresas e instituciones en un segundo plano en cuanto a capacidad de influencia. Ante esta situación las empresas no pueden hacer otra cosa que ponerse al servicio de las personas, sabiendo que será mejor forma de seguir existiendo en un futuro que tiene a las personas como principales protagonistas.

La transformación digital requiere de una estrategia de apertura. Vivimos en la era de la economía colaborativa y hemos llegado a un punto en el que se han demostrado las grandes ventajas que supone la aplicación de las ideas que promueve la cultura Open Source. Las empresas deben ser capaces de asimilar estas ideas y encontrar la forma de aplicarlas en sus negocios, de esta forma se abrirá un nuevo mundo de oportunidades para aquellas que sea capaces de aprovechar todo el potencial de la innovación abierta.

La transformación digital necesita de nuevas metodologías de trabajo. En los últimos años y debido a la necesidad que surgió entre las startups, se han desarrollado nuevas metodologías de trabajo encaminadas a fomentar la innovación, como son Lean Startup, SCRUM y el desarrollo ágil. Estas metodologías también han comenzado a utilizarse en negocios de la economía tradicional y resultan ideales de cara a aplicarlas en los procesos de transformación digital de las empresas.

La transformación digital implica analizar, entender y aprovechar los datos. Porque los datos se han convertido en la nueva moneda que se intercambia en cada momento para todo tipo de transacciones digitales, por ello las empresas tienen que aprender a manejarlos y aprovecharlos para obtener un mayor rendimiento de su actividad. Aquí es donde el Big Data y el Cloud Computing juegan un papel fundamental de cara a extraer un conocimiento de toda la información que pueden generar los clientes para las empresas.

La transformación digital implica aprovechar las tecnologías exponenciales. Principalmente la Inteligencia Artificial, una tecnología que está a disposición de las empresas para poder utilizarla de cara a mejorar en sus procesos, además de para hacer llegar a sus clientes un mejor producto que satisfaga las nuevas necesidades que van surgiendo en el mercado. Otras tecnologías a tener en cuenta por las empresas para su transformación digital son la robótica, internet de las cosas y fabricación digital.

La transformación digital requiere del desarrollo de nuevos modelos de negocio disruptivos. Ante una situación en la que la mayoría de las empresas afrontan la digitalización como la introducción de tecnología para mejorar los procesos de atención al cliente o la operativa de la propia empresa, la gran oportunidad de la transformación digital se encuentra en el desarrollo de nuevos modelos de negocio que estén pensados para aprovechar al máximo las posibilidades de la tecnología digital.

Quien no se digitalice, acabará siendo irrelevante. Más del 50% de las empresas que ocupaban el Fortune 500 en el año 2000 han quebrado, han sido absorbidas o han caído de la lista. Neil Sholay, consejero delegado de Oracle Digital

Finalmente podemos concluir que la transformación digital de las empresas no es vender sus productos o servicios a través de canales digitales, es desarrollar nuevos productos o servicios digitales en el marco del negocio de la actividad de la empresa y diseñados especialmente para un nuevo tipo de cliente cuyo ADN es digital. Ahora que ya sabemos cómo hacerlo, tenemos que ponernos a trabajar para conseguirlo.

 

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